miércoles, 18 de enero de 2012

CUANTO PEOR MEJOR; OPERACIÓN ACORDEÓN


   


         En el ámbito jurídico-mercantil es legal y hasta a veces obligatorio, hacer la operación acordeón. Ello consiste en que, cuando una sociedad mercantil tiene deudas por encima de su capital social, destina todo el capital social a pagar las deudas, reduciendo dicho capital a cero, e inmediatamente se amplía a los márgenes legales exigidos. La motivación confesable y explicitada en la ley no es otra que la del saneamiento económico de la empresa y su reflote con inyección de nuevo capital por parte de los socios. Pero hay otras motivaciones no confesables aprovechando que la cosa se presta a ello. En toda sociedad mercantil hay socios incómodos, y generalmente estos tienen participaciones minoritarias y por tanto son los que no ven un duro al tiempo que ven como los mandatarios (consejeros delegados, consejo de administrador, gerentes, directores etc.) viven como dios. Como no les gusta verlas pasar, si reúnen entre todos un porcentaje mínimo estipulado del total del capital social pueden tocar las narices a los que mandan. Pedir auditorías con cargo a la sociedad, pedir papeles y crear mal ambiente en las juntas. Con las auditorías solo tocan las narices puesto que generalmente nada consiguen, las tiene que ordenar el Registro Mercantil cuando le parezca, encontrar un auditor que se quiera hacer cargo; si lo encuentran, el hombre quiere saber quién y cuánto le van a pagar; si se lo aclaran hay que ver que no lo compren; si se ve que el muchacho es honesto hay que ver que no lo engañen; si no lo engañan hay que ver qué sale, y esperar… Pero tocan las narices. Si la sociedad va mal, por ejemplo porque los mayoritarios se chupan los beneficios con sus sueldos, primas, hermanas y dietas, y se ha acumulado mucha deuda, hacen la operación acordeón. Con ello los socios minoritarios se quedan sin nada, y como no puedan participar en la inmediata  ampliación de capital en igual proporción a la que tenían, se quedan en menos y generalmente sin nada. Los artífices que la proponen, la votan y la acuerda con sus mayorías ya tienen el dinero dispuesto para la ampliación y el tiro afinado para sacar de la trolla a los molestos.
         En la Sociedad Civil Europea, de la que es delegación la Sociedad Civil española y  accionistas-participacionistas todos los habitantes de la piel de toro, se está ejecutando la operación acordeón. Como resulta que no hay capital social suficiente (fondos públicos) para atender la deuda (déficit), se está haciendo una reducción del capital social a cero (recortes) para luego hacer una ampliación de capital con los que queden con posibles (bancos y sicav). Los socios molestos de la Sociedad Civil Europea y en ella de la Sociedad Civil Española, son los pobres, los parados, los jubilados, los enfermos, los emigrantes, los hijos de los pobres que van a la escuela pública, las personas que tienen dependencia y todos los que anda pidiendo ayuda pública. Son molestos comparados con los ricos. Los ricos son las personas más baratas y agradecidas, las más elegantes, las que huelan mejor, las más bien educadas, las más cultas, las más pacíficas;¡ vamos, una maravilla de gente! Estos nunca se quejaran de las colas en los dispensarios de la Seguridad Social, no van; cuando necesitan asistencia médica se la pagan y si no la encuentran aquí marchan a Nueva York a una clínica de esas que salen en los papeles. Éstos nunca están en el paro, si acaso lo cobran. Éstos se rocían con las mejores fragancias y se visten con las mejores prendas, de los mejores modistos, compradas en las mejores tiendas; bueno, a veces se lo regalan para que las luzcan y hagan propaganda, o para que hagan un favor con los fondos públicos al que se las regaló, pero todos discreto, salvo que la graben la conversación. Tienen glamur; no mandan a sus hijos a las escuelas públicas, se la pagan en las privadísimas; tienen buenas maneras y mejores palabras; son dialogantes, si alguien les molesta saben hacer uso de la protección de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, o se buscan refuerzos privados para repeler incordios; y si se les va la olla siempre pueden acudirá con mejores perspectiva de éxito, a que el consejo de ministro les indulte. Una maravilla de gente. Cuando  esta gente maravillosa y glamurosa sufre un percance financiero, como les ha sucedido, de esos que los coge de sopetón, habiéndoles fallado todos los expertos que tienen a su disposición y todas las agencias de calificación de riesgo, se juntan, hablan y resuelven. La solución es de sentido común, se ha de recortar el gasto de los otros, porque ellos no gastan, si acaso toman. Y el capital social de la Sociedad Civil Europea y su delegación española, se ha de reducir a cero para pagar las deudas que ellos estiman que hay que pagar. Reducir a cero significa que no hay para aquellos que piden. Los que piden, si aguantan aguantan, y sino que se jodan; o se vayan. Cuando no estén o se comporten como dios manda,  ya aparecerá el capital para la ampliación. Pero mientras tanto se ha de reestructurar la cosa. A los trabajadores que siempre están pidiendo y son muchos  hay que ponerlos en cintura para que cuesten más barato y gasten menos del erario, y de paso concienciarlos para que vean que se hace por su bien. Los bancos que son maravillosos tanto como los banqueros, no prestan a los que piden. Pero como su negocio es prestar, prestan al Estado. El Banco Central Europeo no pueda prestar directamente a los Estados que componen la Unión Europea, así se quiso y así está. Pero siempre hay un resquicio, y dando la vuelta le prestan a los Bancos con un interés del uno por ciento y los Bancos apretando una tecla se lo prestan a los Estados comprándoles deuda pública  con un interés del cuatro o diez por ciento (según el prestatario) y sin ningún riesgo ganan cuatro o diez veces más por el dinero que prestan, que lo que el dinero les ha costado cuando se lo prestaron a ellos. Riesgo ninguno, si el Estado prestatario no paga, la Unión Europea y el Banco Central Europeo ya proveerán con un fondo de rescate; y sino el FMI. El negocio es redondo. Para la gente que trabaja ni un duro. Reducción del Capital a Cero. Y la economía tampoco va mal, ahora ya se han ido medio millón de personas de España, de los que tocaban las narices; cuando se vayan cinco millones ya se habrá solucionado el problema del empleo. Cada vez se venden más mercedes, más bmw, más yates, más bolsos de dos mil euros, vestidos de tres mil o diez mil, y todos los lujos que embellecen a la gente y la hacen más feliz.  Y como es natural, hay que recaudar más para las arcas públicas, y es claramente necesario subir los impuestos a todos, menos a los ricos que ya pagan lo suyo y amenazan con irse a los paraísos fiscales hasta con la calderilla, lo gordo ya está allí. Pero que esté allí, no quiere decir que no pueda volver, hay que atraerlos con buenas condiciones para que nos hagan la ampliación de capital y suscriban las acciones que los que estamos aquí hemos dejado en cero. Ellos harán el desembolso. Operación concluida.

Barcelona a 18 de enero del 2012.  Ruben Romero de Chiarla

jueves, 12 de enero de 2012

LA NUEVA LUCHA ENTRE LAS NUEVAS CLASES


            Los mantenidos y los espectadores-votantes.


         La cosa es, que cada vez se confunde más lo que es, con lo que parece que es. Y ello porque no se hace, ni se propone hacer nada, para que lo que no es, parezca una mierda. Más bien sucede que lo que es, parece una mierda. Se ha instaurado una nueva lucha de clases. La clase de los espectadores-votantes está siendo barrida de momento, por la clase de los mantenidos. Éstos se alimentan exclusivamente del esfuerzo de los espectadores-votantes (en adelante ev);  recogen del cajón de los Fondos Públicos todo lo que necesitan y algo más para que les sobre. Engatusan a los ev diciéndoles lo que quieren oír. Los mantenidos (en adelante mtd) para distinguirse entre ellos y entretener con paripés  a los ev, se subdividen distinguiéndose unos de otros según la casa de la que vengan, aunque a veces se mudan de casas. Y así han formado una liga en la que juegan entre ellos, bien avenidos con los resultados apalabrados. La cúpula de los mtd compuesta por los políticos de todas las casas, suelen invitar para algún peloteo a los  mtd de inferior linaje a los que le denominan interlocutores sociales. El  árbitro es el mercado; que se inventa las reglas y las cambia cuando le parece oportuno. Generalmente las modifica para facilitar el control del encuentro, equilibrando los resultados y preservando la autoestima de los deportivos rivales. Los políticos ante el griterío de los ev, tratan de aplacar el barullo repitiendo que  “no todo  somos iguales”; ahora bien: nunca se les ocurre nada concreto y efectivo para separar los unos de los otros y que dejen de confundirse. Más o menos acaban en la máxima justificativa de aquél presidente USA que refiriéndose a uno de los tantos tiranos de barriga fría que proliferaron en Iberoamérica decía de éste, “es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”; y así habitan en distinta casas pero son de la misma madre, y aunque se hacen putaditas entre sí, siempre concilian la gestión del patrimonio familiar.
          Los de la casa del psoe, autodenominados socialistas y en ocasiones socialdemócratas, en siete años en el gobierno de España, lejos de instaurar una regulación penal que por su efectividad y rigor desanimara a los futuros corrompidos de la casa propia y de la del pariente y los vecinos, no solo no hicieron nada que valga resaltar, sino que cuando ya habían perdido frente a la casa de los peperos, como último servicio a su clase y haciéndole un giño al árbitro, indultaron a un banquero que estaba condenado por todos los Tribunales a inhabilitación, pero los del psoe lo rehabilitaron en consejo de ministros. Cuando allá, por mayo del 2010 el árbitro le insinuó a Zapatero que tocaba cambiar las reglas, las cambió “cueste lo que cueste, cuésteme lo que me cueste”. Y costó, pero no le costó a él; tiene el Consejo de Estado esperándole. Le hubiera costado si se hubiera tenido que ir al subsidio de desempleo como lo hacen los ev cuando se quedan en pelotas con una mano tapándose las verijas y con la otra las sentaderas. Pero no. En la casa del psoe tuvieron a un ministro apellidado Blanco, Pepiño para los suyos, que era el castigador de los corrompidos de la casa de los peperos, pero cuando le entraron a él removiéndole la caca, dijo lo único que saben decir: “peores son ellos” refiriéndose a la casa del otro, y ningunos de los de su casa intentó correrle a escobazos; se hicieron los bobos. Como se hacen los bobos con ese chófer de un Alto cargo andaluz que al parecer se gastaba la pasta de los EREs en cocaína y putas, y para tener calladito al chófer le dieron un poco, al parecer,  para que se pusiera una granja de pollos, que se la gastó al parecer en putas y en cocaína. Y Pepiño recibió con alegría su imputación judicial de presunto corrompido, puesto que así demostrará su inocencia. Cuando imputaban a los de la casa de otros, ésos según Blanco debía hacerse el harakiri. Él no. Pero buen, ya se entiende, no lo decía en serio.
         Perdieron. Perdimos. Ahora te quitas tu un rato que me toca a mí. Ideas no hay.  Doña Carmen Chacón nos cuenta lo mismo que nos cuentan todos, añadiendo que es catalana solo un poquito porque otro poquito es andaluza y otro poquito de por allí. Ha descubierto que poner el acento en el psc desluciendo al psoe fue un error; le falta aclarar si el error lo descubrió propiamente en la idea o en los votos que les quitó la idea. Quiere fortalecer España; crear empleo; democratizar el partido; reestructurar el sistema impositivo; joder a los ricos; ayudar a los pobres; incrementar la protección social; fortalecer la educación y la cultura. Eso es maravilloso y no tiene oposición, todavía no ha salido ninguno que proponga romper España, crear desempleo, rebajar la democracia de los partidos; bendecir el sistema impositivo tal como está; favorecer a los ricos para que les sobre un poco más y joder a los pobres; cargarse la protección social, y destruir la educación y la cultura. Nadie ha tenido agallas (aún) para oponerse a todos aquellos parabienes. Todos la apoyamos. Rubalcaba, propone lo mismo con otras palabras; también tiene unánimes apoyos. Pero: cómo; cuándo; de qué manera; para qué y, ¿porqué no lo propusieron e hicieron en los siete años anteriores cuando eran gobierno?; no lo dicen. Bueno; pero es que ahora han aprendido de los errores. ¡Coño!, si estuvieron siete años errando y han aprendido después que les echan, deberían devolver los sueldos percibidos e imponerse un castigo por inútiles.  Ya. Pero ya empezó el cambio. La casa de los peperos viene pisando fuerte. Ganaron sin necesidad de ofrecerse a hacer nada; solo diciendo lo que no iban a hacer. No iban a subir los impuestos, porque ello reduciría  la renta disponible por los ev y éstos harían menos pedidos; sin pedidos no se produce y se despide al personal que sobra, que se van al paro, y pagando el paro se incrementa el déficit público, y el parado compra menos porque no sabe hasta cuándo estará rascándose los huevos y comiéndose las uñas, y ello produce recesión.  A los quince días de estar como presidente, Rajoy sube los impuestos y lo justifica diciendo que era una medida dolorosa pero no había alternativa. Está bien. Entonces resulta que cuando salía a la tribuna del Congreso de los Diputados con la repuesta ya escrita a lo que Zapatero acababa de decir, y enseñaba estadísticas y aportaba unos datos muy prolijos, resultó que el que se lo preparaba y escribía, no tenía ni idea de lo que, como a un bobo le estaba haciendo decir. Siete años en la oposición como jefe y no se enteró de un carajo. ¡A joderse! Y de los corrompidos de los peperos ya ni hablemos. Los que ahora  están en el banquillo de los acusados parecen auténticos degenerados. El Sr. Matas, -ex ministro de Aznar, ex-Presidente de la Comunidad Balear,  compañero del consejo de ministros con Rajoy, y ejemplo de bonhomía según el flamante Presidente del Gobierno-, resulta que para defenderse dice que él no sabe nada de que le pusieran a un periodista,  que le escribía los discursos que Matas leía, al tiempo que el periodista-escribidor ensalzaba la oratoria y las ideas del leedor en un periódico nacional de amplia tirada. El periodista –inocente por supuesto-, cobró unos milloncitos de euros, que pagó: ¿adivinen? Claro, Matas ni se inmuta ante el asco que le debería producir a los desgraciados  ev que le votaban, y que ahora saben por palabras emitidas de la propia jeta del Sr. Matas que lo que él andaba diciendo no lo pensaba él, sino que lo compraba con el dinero de los ev. ¡Bueno pero si eso lo hacen todos! El Sr. Camps –ex-honorable reelecto presidente de la Comunidad Valenciana, leal aliado del flamante presidente del gobierno de las Españas-, nos ilustra a diario con las cariñosas conversaciones telefónicas que se reproducen en el juicio y que retrasmiten  los medios. Conversaciones mantenidas con los corrompidos y corrompedores de la trama Correa, en las que el honorable agradece y pide intercambios de favores; usando la terminología y los modos que han expropiado a prestigiosos mafiosos de los más rastreros fondos. El hombre, mientras le pasan las cintas cuando lo están enjuiciando por prevaricador, se cachondea jugando con su telefonillo móvil haciendo alarde de que  vergüenza nunca tuvo y que los ev no se enteran. Pero bueno, tampoco hay que dramatizar. Ahora toca reunirse con los interlocutores sociales: sindicatos de trabajadores (CCOO y UGT) y el sindicato de los patrones (CEOE). La casa de los sindicatos de los trabajadores representa poco más o menos al diez por ciento de los existentes en España, el noventa por ciento no son interlocutores sociales. La casa de los sindicatos de patronos representa a los ricos, -esos que forman las Sociedades de Inversión de Capital Variable  que por depender de la Comisión del Mercado de Valores no son controladas por la Inspección de Hacienda y guardan sus dividendos en los paraísos fiscales, y que no se  les debe molestar para que no desinviertan en deuda pública-, y al árbitro que es el Mercado –donde están las SICAV y los paraísos fiscales, y han nombrado como portavoces a las Agencias de Calificación de Riesgos-. Los empresarios autónomos, y los que tienen una o dos decenas de trabajadores y que juntos emplean a la mayoría, no son interlocutores sociales. Los del diez por ciento están subvencionados y tienen personal liberados de trabajar en sus respectivos centros laborales, y pagan, ¿adivinen? A todos éstos, el gobierno -y porque lo exigen los mercados-, les ha dado un plazo para pactar entre ellos, si no lo hacen el Gobierno gobernará para contentar a los Mercados. No pactarán. Pero, para entretener a los ev se pelearán flojito. Si lo hicieran de verdad podrían hacerse daño y  con el diez por ciento no pueden aguantar; deben conservar las subvenciones. Y con recortes:¡cuidadito con decir según qué cosas y movilizarse mucho!
         Ya hace tiempo que se acabó la lucha de clases clásica, y que se diluyó la diferenciación en las ideas políticas de derechas y de izquierdas. Cuando sucedió esto último desaparecieron los motivos para luchar por las ideas; y desaparecieron las ideas. Ello no implica que desaparecieran los bandos de los jodidos y de los jodedores, pero ahora lo primeros son espectadores-votantes  y los otros los mantenidos que confluyen en los mercados. Mantenidos siempre ha habido, siempre habrá, y no es malo que existan. Lo desgraciado es que estén tan infectados por el deshonor, la desvergüenza, la desidia, la ineptitud, la avaricia, y el desprecio a la verdad. Los espectadores-votantes también han existido casi siempre y no es malo que estén, lo lamentable es que padezcan una suerte de esquizofrenia y les aflore una personalidad cuando son espectadores y otra cuando van a votan, aunque seguramente como cada uno procede de casas distintas, estén  los que digieren y evacúan bien las eses, y los que la diluyen para acumularla en alguna parte del cerebro. La esperanza no puede estar más que en la parte de espectadores-votantes honestos que acaben siendo activos partícipes de la cosa pública en todos sus ámbitos, y entre todos encontremos el antídoto combinando antiguos remedios como la honradez, el honor y el respeto; de forma que podamos eliminar del escenario a los degenerados. A éstos se les debe hacer el vacío absoluto; no se les ha de mirar, ni saludar, ni escuchar. Y por supuesto: no se les ha de elegir. El voto en manos de personas honradas y honorables, y con la cabeza regularmente amueblada, debe ser la mejor arma de destrucción masiva frente a los degenerados. Un degenerado siempre puede ser sustituido por uno decente. No son todos iguales, pero hemos de apartar nosotros y hacer número; ellos se confunden porque han cedido sus diferencias en pro del bienestar que les otorga situarse en la clase de los mantenidos.  

         Barcelona a 12 de enero del 2012. RRCH