miércoles, 13 de marzo de 2013

CORRUPCIÓN, Pepiño Blanco.-


         El Sr. José Blanco ex ministro del anterior gobierno del PSOE con Don José Luis Rodríguez Zapatero, ha tenido una inmejorable oportunidad de demostrar que él y el partido al que pertenece (PSOE) se diferencia mucho con el PP.
         Si sigue pensando que “no hay caso” debió convocar una rueda de prensa, y en ella aclarar punto por punto todo lo que el Fiscal expuso en su escrito contra él, por el que pide que se impute por prevaricación, tráfico de información privilegiada y cohecho. Sin problemas, puesto que el escrito del Fiscal se publicó en los medios de comunicación en su integridad.
         Pero no. El hombre hizo exactamente lo mismo que hacen los otros, dejarlo para la Justicia, dejarlo para dentro de años; para que se pudra y se olvide tapado por otro escándalo. Blanco no tuvo ni tiene dignidad; no es ni nunca ha sido un socialista decente. Pero ni Rubalcaba ni nadie del partido han tenido la valentía de decirle que se vaya, que mientras tanto se lo piensa que se vaya; y si no se fuera por las buenas, se le echa.
          Aquí no se trata que resuelva la Justicia, aquí se trata que resuelva la Política, pero ahora, ya. La Justicia ya decidirá cuando toque, pero la Política tiene que solventar los problemas ahora. También podía haber convocado una rueda de prensa el Sr. Rubalcaba y pedir púbicamente al Sr. Blanco que conteste todo eso de las llamaditas y favores con licencias que se arreglan en un santiamén después de intervenir el Ministro, y ahorros millonarios para los amiguitos a cuenta del dinero de todos.

         ¡Cuándo carajo van a hacer algo de sentido común!
Y, ¿por qué son tan gallinas?

Barcelona a 13 de Marzo del 2013.- RRCH

martes, 12 de marzo de 2013

¿Malvinas argentinas? Sus habitantes no.



         La versión patriótica sobre las Islas Malvinas como cortina de humo para hacer piña contra un prefabricado “enemigo” exterior, se fundamenta en Argentina diciendo que los malvinenses son británicos pero el territorio no.
         La idea fue buena para el Sr. Galtieri, militar patriotero que mandó a degüello a cantidad de jóvenes argentinos como distracción encaminada a consolidarse él en el poder, y de paso hacer imprescindible y hasta útil a su ejército, que hasta ese momento solo se empleaba en ejecutar golpes de estado contra la población civil. La misma idea está siendo buena también para la Sra. Fernández con el mismo fin aunque con distintos medios, distraer a la gente e inocularles el sentimiento patrio frente a un  enemigo externo. Aquél milico utilizaba la fuerza bruta y ésta demócrata la fuerza verbal de la demagogia.
         Es tan absurdo decir que el territorio de las Malvinas es argentino aunque los habitantes son británicos como población implantada, como decir que el territorio argentino es español aunque los habitantes son argentinos como población implantada.   La Argentina como toda la América Hispana a principio del siglo XIX era territorio español, dejó de serlo cuando sus habitantes decidieron independizarse. Claro, se independizaron con terreno y todo. Y naturalmente en el territorio hoy argentino, en el territorio hoy brasileño, en el territorio hoy uruguayo, y en los territorios de todos los países sudamericanos independientes, las potencias que anteriormente habían conquistado tales parajes: españoles y portugueses en su mayoría; implantaron su población. ¡No faltaría más!. En Argentina implantaron a los Fernández, los García, los Rodríguez, Martínez, González, Sánchez, Jiménez, Sarmiento, Roca, Peña, Alvear, Rosa, Irigoyen, Uriburu, Ortiz, Castillo, Belgrano, Rivadavia,  San Martín, etc. Cuando aparecieron otras potencias superiores a la de España y Portugal,  u otros ciudadanos de otras potencias que en sus países se morían de hambre, aparecieron los Frondizi, Illa, Onganía, Perón,  Galtieri, Massera, Gardel, Fanggio, Maradona, Messi, Alfonsín, Kirchner, etc.   Población implantada que con naturalidad hicieron propio el territorio. Territorio que antes de que ellos se implantaran, era de los omarguacas, los atacamas, los huarpes, los diaguitas, los chichas, los comechingones, los patacones y los quilmes, entre otros.
         Para implantar la población europea en toda América, la del Norte, la del Sur y la del Centro, se suprimió a la indiada que estaba, -en el cono sur, muy especialmente en Argentina y Uruguay por los patriotas argentinos y uruguayos-. Se suprimieron unos a sable, otros a bala, otros a hambre, y los que se escaparon a pura indiferencia. En las Malvinas no pasó eso, puesto que no había nadie en aquel páramo frío y hostil; bueno, antes de aparecer por allí un navío argentino por mil ochocientos treinta y pico, era español como toda la actual Argentina.
         Pues bien, los que habitan las Malvinas no quieren ser argentinos y además le llaman al territorio que ocupan de otra manera, hablan de otra manera y al menos de momento no creen necesitar los favores de de Buenos Aires.¿?.

Barcelona a 12 de marzo del 2013.- RRCH.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Hugo Chávez muerto, todo resuelto


Cierto que el Sr. Chávez ha sido un personaje desmesurado, excesivo, chabacano, provocador, impertinente, y seguramente también un neofascista. Ahora bien, todo eso lo ha sido para el sector medianamente acomodado e intelectualmente instruido que puede darse el lujo de hacer análisis sociales y económicos a medio y largo plazo desde criterios geopolíticos y macro-económicos. Pero estos nunca votaron ni apoyaron, no votarían ni apoyarían jamás a un Hugo Chávez Frías, ni en Venezuela ni en ningún otra parte. La cuestión está en porqué otros le votaron, de dónde salieron o dónde estaban esos otros y porqué le apoyaron. Parece ser que hasta la salida Don Carlos Andrés Pérez, socialdemócrata con contactos estrechos de intereses y amistad con la familia socialdemócrata europea, esos otros no existían. Pero estaban. Hundidos en la marginación y la invisibilidad pero estaban ahí, en Venezuela, como están en otras partes, y por aquí. Y por las razones que sean –ansias de poder, rabia, sentimiento de inferioridad, o solidaridad social, deseos de reparto de la  riqueza y de los sacrificios, u otros motivos-, lo cierto que Don Hugo Chávez los encontró, y se encontró con ellos, y no era pocos sino mayoría. Esa mayoría olvidada,  -gracias a lo bueno y lo malo que Chávez hizo- comenzó a contar; comenzó a contarse. Posiblemente les conquistó repartiendo pescado y no les enseño a pescar. Pero ¡cuidado!, el que viene viendo extraviado porque le chiflan las tripas, para vivir mañana ha de comer hoy, y si además de comida se le concede un poco de dignidad, lo agradece aunque el reparto sea aparente, momentáneo y sin perspectiva de futuro. A los sin futuros el futuro les suele preocupar menos. Y esos otros que eran muchos, solo pueden ser agradecidos con el que les dio, no con los que les negaron hasta el derecho de ser contados como números.
          Desde aquí, en esta Europa con todavía demasiada gente que se va a machacar en el gimnasio para perder grasa o se indigesta con siliconas y anabolizantes para rellenar lo que no tienen, y con unos pocos líderes de pacotilla que propagan discursos leídos que les redactan rebaños de asesores que previamente se nutren de los dictados de los poderes fácticos,  es difícil de comprenderlo. De momento.
         El éxito de Chávez ha sido el resultado de la fuerza del contrapeso con la arrogancia de EEUU y de Europa. Éstos, o mejor dicho sus dirigentes, todavía no han valorado que los desheredados, los perroflautas, los marginados y los invisibles, en el momento que se les otorga un documento que les acredite como ciudadanos y se les brinda una pizca de esperanza, votan. Y votarán al menos hasta que los arrogantes europeos y americanos del norte, mantengan la mínima expresión del concepto democracia. Hugo Chávez, ese mínimo lo mantuvo, aún no han conseguido aportar indicios creíbles de que hiciera fraude electoral cuando ganaba las elecciones, y no vale decir que amordazaba a los medios de comunicación de los opositores, puesto que tales medios, en las democracias de más rancio abolengo, siempre han estado al servicio de la clase dirigente sin escándalo intelectual. Chávez además de mantener tales mínimos con las votaciones, lo que le diferenció sustancialmente de la Cuba castrista; amplió la democracia por los costados, al menos en la integración social,  reduciendo la pobreza y el analfabetismo, extendiendo la sanidad públicas a los que no contaban; e ilusionándoles.
Descanse en paz.

Barcelona a 6 de marzo del 2013.- RRCH.