martes, 26 de noviembre de 2013

LA JUSTICIA, y la minusvalía intelectual de algunos demasiados jueces.


 

          Resulta que a un ciudadano ecuatoriano que lleva unos siete años con  residencia legal en España, viviendo junto a su madre y su tía, y que él padece una disminución psíquica del sesenta y siete por ciento, un juez, al parecer de la Audiencia Nacional, le denegó la nacionalidad española -a la que tienen derecho los sudamericanos con más de dos años de residencia legal-, y ello porque no supo concretarle a su señoría  en qué ciudad está la Giralda y en cuál otra la Alhambra, además de no saber quién es Rajoy, ni poder señalarle nombres de Comunidades Autónomas. El magistrado, se conoce, que consideró que dicha persona no está suficientemente integrada socialmente e ignora hechos y rasgos esenciales de éste país. El ciudadano ecuatoriano tiene una disminución psíquica del sesenta y siete por ciento, y el magistrado parece padecer una disminución intelectual de un porcentaje aún mayor además de tener menos sensibilidad que un palo seco. Ya estamos asumiendo que tenemos un sistema judicial propio del siglo XIX e incluso que tenemos un porcentaje no despreciable de jueces inútiles, pero ya asumir que algunos además son dañinos, ya es demasiado pedir. Dícese, que la ex ministra de cultura, ex presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid -Sra. Aguirre- confundió en su día al escritor portugués Saramago con  una señora llamada Sara Mago; dícese que la actual Alcaldesa de Madrid, -Sra. Botella- no entiende el castellano cuando se le pregunta, porque contesta otra cosa y cuando lo hace en inglés da pena; dícese que un ex tesorero, ex senador del PP –Sr. Bárcena- no sabe cómo y de qué manera acumuló medio centenar de millones de euros en Suiza a su nombre. Y entre otros, dícese que los jueces no han podido saber de dónde sacó Don Carlos Fabra, ilustre político valenciano del Partido Popular cientos de miles de euros que entraban a raudales en sus cuentas y por eso le absolvieron de cohecho y tráfico de influencia. Dícese que un tal Rafael Hernando Fraile ilustre pepero ha dicho en la tele que los deudos de las víctimas del franquismo que aún están pudriéndose en las cunetas, se acuerdan de sus padres cuando hay subvenciones, cuando este hijo de santa madre debería saber y sabe que a los familiares de las víctimas del franquismo no les han dado un puto duro. Dícese tantas cosas, que igual tenemos que imponer un sistema quinquenal de convalidación  y reválida de la españolidad para excluir de tal dignidad a los distraídos, junto con los dañinos, los imbéciles y los descerebrados, sin distingos de dónde y por dónde fueron paridos.

 

En Barcelona a 26 de noviembre del 2013.- RRCH.

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