Resulta
que a un ciudadano ecuatoriano que lleva unos siete años con residencia legal en España, viviendo junto a
su madre y su tía, y que él padece una disminución psíquica del sesenta y siete
por ciento, un juez, al parecer de la Audiencia Nacional, le denegó la
nacionalidad española -a la que tienen derecho los sudamericanos con más de dos
años de residencia legal-, y ello porque no supo concretarle a su señoría en qué ciudad está la Giralda y en cuál otra
la Alhambra, además de no saber quién es Rajoy, ni poder señalarle nombres de
Comunidades Autónomas. El magistrado, se conoce, que consideró que dicha
persona no está suficientemente integrada socialmente e ignora hechos y rasgos
esenciales de éste país. El ciudadano ecuatoriano tiene una disminución
psíquica del sesenta y siete por ciento, y el magistrado parece padecer una disminución
intelectual de un porcentaje aún mayor además de tener menos sensibilidad que
un palo seco. Ya estamos asumiendo que tenemos un sistema judicial propio del
siglo XIX e incluso que tenemos un porcentaje no despreciable de jueces
inútiles, pero ya asumir que algunos además son dañinos, ya es demasiado pedir.
Dícese, que la ex ministra de cultura, ex presidenta de la Comunidad Autónoma
de Madrid -Sra. Aguirre- confundió en su día al escritor portugués Saramago
con una señora llamada Sara Mago; dícese
que la actual Alcaldesa de Madrid, -Sra. Botella- no entiende el castellano
cuando se le pregunta, porque contesta otra cosa y cuando lo hace en inglés da
pena; dícese que un ex tesorero, ex senador del PP –Sr. Bárcena- no sabe cómo y
de qué manera acumuló medio centenar de millones de euros en Suiza a su nombre.
Y entre otros, dícese que los jueces no han podido saber de dónde sacó Don Carlos
Fabra, ilustre político valenciano del Partido Popular cientos de miles de
euros que entraban a raudales en sus cuentas y por eso le absolvieron de
cohecho y tráfico de influencia. Dícese que un tal Rafael Hernando Fraile
ilustre pepero ha dicho en la tele
que los deudos de las víctimas del franquismo que aún están pudriéndose en las
cunetas, se acuerdan de sus padres cuando hay subvenciones, cuando este hijo de
santa madre debería saber y sabe que a los familiares de las víctimas del
franquismo no les han dado un puto duro. Dícese tantas cosas, que igual tenemos
que imponer un sistema quinquenal de convalidación y reválida de la españolidad para excluir de
tal dignidad a los distraídos, junto con los dañinos, los imbéciles y los
descerebrados, sin distingos de dónde y por dónde fueron paridos.
En Barcelona a 26 de noviembre del
2013.- RRCH.
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