Seguramente la idea de “Podemos
contra la Casta” ha sido una de las mejores
en los últimos treinta años de la vida política española. La afirmación que la gente con su unidad
pueda enfrentarse a la casta y además vencerla es muy ilusionante. Todos tenemos
una idea aproximada de qué se quiere decir cuando se dice Casta, lo que ya no
está nada claro es delimitar a los que están dentro y a los que están fuera.
Parecería que las personas que no se han alimentado nunca de la sopa boba del dinero público están fuera,
aunque seguramente son tan pocos que aunque votaran todos al mismo perderían.
Aunque en los últimos años España no se puede calificar de Estado social, tampoco
se ha de negar que desde mediados de los
años 80 del siglo pasado hasta la primera década del presente, sí que fue un
Estado asistencial. La asistencia social
se distribuía desde los poderes públicos y por medio de los representantes
políticos, que los ha habido de derechas y de izquierdas. Los primeros
siguiendo su idiosincrasia repartieron en su familia y con criterios propios
alejados de lo razonable, y los de izquierda también, aunque la izquierda suele
tener un concepto de familia más amplio que trasciende los meros vínculos
biológicos y al repartir entre más salen a menor cuantía lo recibido por los
beneficiados. Y así, hay pocas personas que habiendo tenido la oportunidad de
recibir un poco de sopa boba le haya
hecho asco en su momento. Los de la Casta pueden ser unos inmorales, seguro que
lo son, pero tontos no. Si han podido conseguir mayorías parlamentarias en
Valencia, en Marbella y en otros varios sitios, es porque les votaron. Y los
que les votaron no eran todos de la Casta aunque sí favorecidos por ella con el
reparto de baratijas: si me arrimo a éste
algo me caerá y algo siempre le caía, lo suficiente para que conservara la
ilusión que votando a la Casta le caería más o al menos le seguiría cayendo lo
poco que le caía. A Juan Carlos Monedero le pasó lo mismo, la Casta le dejó un
poquito, él mordió un bocado, y ahora se lo echan en cara, y le piden que se lo
devuelva. Bueno, pero él lo sabía, y si es ingenuo no está preparado para la
empresa en la que se apuntó, y ya sea por una cosa o por otra, lo que tiene que
hacer es irse de Podemos, pero irse ya. No se le puede dar a Esperanza Aguirre
esa ventaja. No puede Monedero usar los mismo argumentos de defensa que maneja la
Casta; la Casta cuando la pillan dice que es una campaña mediática contra
ellos, y Monedero no puede decir lo mismo, y menos yo no sabía, eso es para la ex Infanta. Se ha de ir.
Barcelona a 9 de Febrero del
2015.- RRCH.
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