Las noticias son tan escandalosas y la vergüenza tan
escasa, que todo se está encajando dentro de la normalidad. La fiscalización de
la cosa pública la hacen los periodistas, y en su insustituible labor han
pescado al Fiscal Anticorrupción del Reino, con una sociedad mercantil en
Panamá. Dice el presunto que lo heredó de su padre, que se lo contó a Hacienda,
y que no es delito. Seguro. Exceptuando a los gilipollas el resto aunque sea
poco tienen el pálpito que no se hace una sociedad en Panamá solo para comprar
una casa en España, y padecer la fatiga de llevar la plata a Centroamérica y
volverla a la Península Ibérica. El padre del perseguidor de corruptos debió dejar algo más a sus deudos, y si
solo fueron las acciones de la panameña, en el inventario notarial de aceptación
de herencia solo aparecerá eso, y el valor de las acciones será igual al valor
del chalet si la panameña solo tenía ese inmueble como todo patrimonio. Pero el
Fiscal no ha presentado dicha escritura con el correspondiente pago del
impuesto de sucesiones. Se ha centrado el presunto en dar excusas para bobos:
que no sabían que su padre invertía en Centroamérica, aunque sin saberlo lo incluyeron
en el inventario de aceptación de herencia; que sus hermanos no tenían dinero
para pagar los impuestos de disolución de la panameña, aunque aceptaron la
herencia, y al parecer -si tal excusa fuera cierta-, no se les ocurrió pedir una
hipoteca sobre el chalet, pagar los impuestos, vender el chalet, cancelar la hipoteca y repartirse el
resto. Si el chalet era el todo y el todo generaba más impuestos que beneficio,
lo fácil hubiera sido no aceptar la herencia, puesto que todavía, la aceptación
de herencias no es obligatoria. ¡Las ideas de los Puyoles hacen fortuna! Visca
Catalunya, Viva España!
Barcelona a 31 de Mayo
2017.-
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