Sí, fue una sorpresa, porque
nunca creí que Pedro Sánchez accediera a la presidencia del gobierno de España
con la moción de censura con la que accedió. Creía imposible que los separatistas
le votaran, porque creí -y creo-, que vivirían mucho mejor contra Rajoy que
contra Sánchez, contra el PP que contra el PSOE. Siempre le sería más fácil y
hasta más verosímil identificar a España y a los españoles con Rajoy, la Gürtel
y el postfranquismo, que hacerlo con Sánchez y Borrell, aunque no creo que les
dé mucho asco llamarles fascistas dentro de unas semanas, como hicieron con
Joan Manuel Serrat y contra todos los que no se tragan sus embustes; en el
manejo de falsedades son unos artistas, aunque ya le están calando; Torra
repugna hasta a sus acólitos. El fallo
en mi previsión pudo obedecer al haber considerado a los separatistas más
fuertes y valientes de lo que son; y posiblemente éstos estaban volando en
planeador bajo y con poco viento, y con la urgencia de conseguir un hueco liso
y blando para aterrizar sin romperse los cuernos; y a lo mejor ayudando en
sacar a Rajoy creyeran que iban a caer más flojito y en plano.
Podría ser que Sanchez tuviera una flor en el
culo, una suerte increíble, o a lo mejor sabe más que un ratón colorado. En
todo caso nadie puede discutir su valentía; valiente es y mucho. Así las cosas,
parecería, y espero esta vez acertar, que Don Pedro les ha ganado a todos. El Sr.
Rivera se fue en fija, y la gambeta de Don Pedro lo dejó fuera de juego; Rivera
solo implora elecciones ya, si no son ya, y la cosa no tiene pinta, las
encuestas de intención de voto que desde ahora vayan saliendo igual le apaciguan
las ansias sufragistas. Iglesias, después del chalé, necesitaba un relato
ilusionante con algo de coherencia aparente, abrazó a Don Pedro, y los suyos
gritaron: ¡sí se puede!; lo correcto
hubiera sido: ¡Pedro si puede!, pero
bueno…, Monedero quedó como el idiota que es sujetando a Soraya…
Igual, ¡y que la fortuna lo
permita!, Pedro Sánchez puede hacer de su necesidad virtud, proponiendo cosas
razonables, asumibles y pagables, y una vez con unos y otras con otros, vaya dando
soluciones. La valentía de Sánchez si se excede puede caer en la temeridad y
ser vencido, pero si la dosifica, mezclándola con la esperanza que de momento
ha generado, puede convertirse en un gran valor. Rajoy ya se ha ido, ello no
significa que el PP se esté quieto, no; está rabioso. Pero como está rabioso
igual se muerden entre ellos.
Barcelona a 5 de Junio del
2018. RRCH.