Para los dejados emigró
y cuando llegó
se convirtió en inmigrante.
Pero es el mismo, el que salió
y el que llegó, ¿o no?
No; es diferente.
En la venida fue dejando lo que debía dejar,
pero nunca dejó todo lo conocido.
En la llegada fue acogiendo lo que debía acoger,
pero nunca acogió todo lo desconocido.
El todo es mucho, demasiado;
renuncias, frustraciones, esperanzas…
Demasiadas esperanzas
y poco tiempo para esperar y para encajar derrotas.
La memoria no se detiene, desespera.
Todos migramos, nos vamos, llegamos, y nos fuimos…
Todos desconfiamos de los diferentes, por
desconocerlos,
hasta que comprendemos que todos somos diferentes,
y a veces de un día para otro; igual que todos.
Barcelona a 18 de junio 2018, RRCh.
No hay comentarios:
Publicar un comentario