Representantes
de academias de la historia de 14 países hispanoamericanos han abordado este
lunes en Madrid la relación entre sus naciones, sin dejar de lado la polémica
por la exclusión, al no ser
invitado, del rey Felipe VI de la toma de posesión de la presidenta de México, Claudia
Sheinbaum.
Casa América ha sido el escenario para cerrar
este Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia: Una
historia compartida y sus Academias, que comenzó el viernes en Trujillo
(Cáceres).
El director de la Academia Mexicana de la
Historia, Javier Garciadiego, ha declarado sobre el asunto que ha tensado
las relaciones entre España y México: “Lo que hemos tenido [por el Gobierno
mexicano] estos días es una descortesía premeditada por razones internas”.
En un acto presidido por la directora
de la Real Academia de Historia (RAH), Carmen Iglesias, Garciadiego ha explicado que México
“ya tenía una historia, por sus pueblos originarios, mucho antes de que
llegasen los españoles, incluso con pueblos en decadencia, mientras que los más
activos eran los aztecas”. “Nadie niega que hubo un enfrentamiento con la
conquista, pero luego hubo casi tres siglos de coexistencia”. El historiador lo
explicó: “Esas comunidades originarias encontraron que era más beneficioso
convivir con los españoles que con, por ejemplo, los aztecas”.
En el acto de apertura de este encuentro, el pasado viernes en
Trujillo, el rey
Felipe VI evitó referirse a la petición mexicana de que pida perdón por lo
ocurrido durante la conquista por Hernán Cortés de aquel extenso territorio
hace 500 años. El Rey reconoció que hubo “conflictos y disputas”, pero destacó
los aspectos positivos de la “historia compartida”.
El sábado, los
académicos se reunieron en varias mesas redondas ya en Madrid, en la sede de la
RAH. De lo hablado entonces junto a lo debatido este lunes saldrá una
declaración conjunta en los próximos días, “que será nítida, pero sin meterse
en ningún berenjenal”, ha indicado Iglesias. Esta reunión ha congregado a
representantes de las Academias de la Historia de Argentina, Bolivia, Chile,
Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República
Dominicana, El Salvador, Uruguay y España.
Garciadiego
concluyó sus palabras subrayando que “la historia de México es mestiza, por eso las guerras de
independencia de España fueron de carácter más popular, es una de nuestras
particularidades”. No obstante, recordó que “con España se había instalado un
gran aparato administrativo, que, junto a la religión y la lengua, hizo país.
Esto motivó que esos pueblos originarios empezaran todos a comunicarse en
español”
El presidente de la Academia Colombiana de la Historia, Armando Martínez Garnica, se refirió a otra polémica, aunque
muy de pasada, la petición de su país de que España devuelva el tesoro
de Quimbaya,
122 piezas que están en Museo de América, en Madrid. Como ha recordado Martínez
Garnica, se trató de un regalo de los gobernantes de su país en 1893 a la
entonces regente española, la reina María Cristina de Habsburgo, segunda esposa
de Alfonso XII, que había fallecido en 1885, y madre del futuro Alfonso XIII.
“Nuestro futuro depende de lo que fuimos, y fuimos españoles”, apuntó Martínez
Garnica.
Iglesias, en su intervención, dijo que a ambos lados del Atlántico hay
un problema común, “la desaparición de las Humanidades de la enseñanza”. “En la
Secundaria es más preocupante porque es en el momento de formación del
individuo, la adolescencia”. La directora de la RAH recordó que sobre este tema
la institución hizo en su momento “unas alegaciones” a las administraciones.
“Ni nos contestaron”.
Por su parte, el presidente del Instituto Histórico
y Geográfico del Uruguay, Juan José
Arteaga, apuntó que su reflexión sobre estas jornadas es que “la independencia
de los países hispanoamericanos, que se da en el siglo del Romanticismo y el
nacionalismo, el XIX, hizo que muchas veces construyéramos una historia
enfrentada”. “Ese siglo nos separó de España, hubo una abjuración del pasado,
por la gran influencia francesa. Mientras que el siglo XX nos exigió
reconciliarnos entre nosotros [los países hispanoamericanos] y recuperar
España”. Con el sobrevuelo del asunto de la
exigencia de perdón de los gobernantes mexicanos al rey de España por lo que
sucedió hace más de 500 años, Arteaga concluyó: “Los historiadores no somos
jueces. No digo que todo lo que sucedió estuvo bien, pero también hay que mirar
al otro para entenderlo. No hay que caer en reduccionismos, así que salgamos
del siglo XIX”.
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