jueves, 22 de septiembre de 2011

Pena de Muerte.-


A juicio de éste que escribe, la pena de muerte es una aberración aún en el supuesto que todos y cada uno de los ejecutados sean culpables. Que se mate en su ejecución a un inocente, no es más que una anécdota dentro de ese compendio sangriento y obsceno.  Que la ciudadanía de un país le atribuyan a los funcionarios la facultad de decidir sobre la vida y la muerte de sus conciudadanos, es miserable además de ineficaz. Que la mayoría de las personas que conforman los EEUU mantengan la vigencia de tan vomitiva medida, desacredita el grado de civilización de éstos. Resulta incomprensible por contradictorio,  si se atiende  a las creencias religiosas que en su mayoría al parecer profesan; ¿o no es una contradicción y  precisamente por ello se debe entender? Es repulsivo delegar al Estado esa fría e impía venganza, después que ese Estado torturara psicológicamente veinte años a un ser humano teniéndolo en el corredor de la muerte. Más aún, si se considera que, al que se asesina legalmente ya era una persona distinta al que causó el mal que le aparejó la condena. Que mataran a un señor apellidado Davis, es una infeliz anécdota, lo realmente desgraciado es la pena de muerte.

Barcelona a 22 de septiembre del 2011 RRCH

martes, 20 de septiembre de 2011

PAGUEMOS LA ENSEÑANZA PÚBLICA.



Es de suponer que el Ministerio de Educación o las Consejerías del ramo en las Autonomías, sabran cuánto destinan al año al rubro que administran; si además saben cuántos alumnos se benefician de ello, fácilmente pueden calcular al dedillo a cuánto toca por cabeza.  Con lo cual poniendo precio por cabeza instruida o educada ya se cubre el gasto. Y que paguen. Seguramente la cuenta será parecida al coste por  cabeza en la enseñanza privada
Ahora bien, para que esto no sea un disparate, hay que valorar las excepciones, imprescindibles por otra parte. Por decir algo: no tendrían que pagar nada las personas que viven solas con ingresos no superiores a tres salarios mínimos interprofesionales (SMI en adelante); ni las familias de dos integrantes que no ganen más de cuatro SMI; y si tienen niños sumar al mínimo exento la mitad de un SMI por cada criatura. Luego se pueden hacer otros tramos o grupos con aquellos que, por ejemplo,  estando solos ganan más de seis SMI; las familias de dos que ganen más de ocho SMI, con un hijo más nueve SMI, con dos más de diez SMI, y así sumando …, que deberían pagar la mitad del coste de enseñanza. Los que se pasen de estos parámetros que lo paguen todo. Y de paso que el Estado o las CCAA paguen al centro privado que elijan los padres -del grupo exento o medio exento-, lo mismo que le costaría al erario si asistieran a la pública. Así resultaría que los hijos de los pobres y de los remediados, hasta podrían ir al colegio alemán o francés como los ricos, y si los ricos prefieren las universidades públicas para sus vástagos, que la paguen.
Sería una forma de distribución de la riqueza y de los sudores; y sin tanta diatriba.


Barcelona a 20 de septiembre 2011. RRCH

Nota: la cantidad de SMI acumulados es un ejemplo, pueden ser menos o más.

jueves, 15 de septiembre de 2011

EDUCACIÓN PRIVADA O PÚBLICA

 Y el desarme de la izquierda.-

            Esta mañana escuché en Radio Nacional en el programa de Juan Ramón Lucas un debate o tertulia sobre los problemas de la enseñanza pública y los recortes presupuestarios introducidos por la Comunidad Autónoma madrileña que además obliga al profesorado a hacer 20 horas lectivas en lugar de las 18 que venían haciendo. Y en eso llamó una señora de Canarias y dijo que ella era profesora en una escuela privada concertada y siempre ha hecho 25 horas lectivas  semanales y cumplía con todo lo demás; y luego otra señora que dijo que sacó a sus hijos de la escuela pública y los mandó a una privada porque en la pública sus hijos nunca tenían el mismo profesor todo un curso, siempre dado que por “h” o por “b” siempre los profesores iban cambiando, uno porque le venía depresión por varios meses, otro porque tenía problema familiares u otros muchos motivos que justificaban su baja; y ella al final los envió a la privada pagando.
            La respuesta de los contertulios en cuanto a la señora canaria fue que los de la enseñanza privada debían luchar para tener los derechos de los de la enseñanza pública, que también tienen niños que provienen de la emigración y problemáticos, y que no se podía equiparar por abajo. A la otra señora de entrada le diagnosticaron  su perfil ideológico: que era de derechas. Pero a ninguna de las dos le atacaron sus argumentos, que para cualquiera que quisiera oír y contestar no eran otros que: a) si un maestro o profesor de la enseñanza privada que además cobra menos salario, hace 25 horas lectivas de clases y además los padres de los alumnos pagan para enviarlos a ese colegio, ¿porqué no puedan hace lo mismo los de la escuela pública que gana más, tienen su puesto de trabajo asegurado, y aún con el incremento harán menos horas lectivas?; y b) ¿porqué los profesores y maestros de la enseñanza pública tienen más estrés y depresiones que los otros, cuando ganan más y tienen su puesto asegurado de por vida?. Esa eran las cuestiones. No el perfil ideológico de una o la falta de reivindicación de la otra. Otro contertulio, para posiblemente evitar que alguien le metiera la preguntita, ya dijo que no había que entrar en eso de las vacaciones de los maestros, que es un tema superado.
            Pues, yo no lo he superado, seguramente porque me falta algún dato me sigue pareciendo injustificado que los maestros y profesores, entre semana santa, navidad y vacaciones de verano tengan al menos un mes completo anual más de tiempo libre que las personas que trabajan en un centro médico de urgencia, que los policías y que los bomberos por citar algunos. Y parecería que el personal sanitario, bomberos y policías  -y otros muchos- han de soportar un estrés al menos similar al maestro. Debe ser duro soportar a 30 niños juntos cuando se les explica las raíces cuadradas, pero no ha de ser más duro que apagar un incendio, evitar un suicidio, acudir a un derrumbe, intervenir en una reyerta o tratar de salvar a un destripado. Y no me vale eso de los derechos adquiridos, puesto que en estos tiempos nadie los tiene y los profesores y maestros no tienen porqué ser privilegiados.
Y la izquierda, con crisis o sin ella, deberá contestar razonablemente y razonadamente a esas cuestiones, eludir las respuestas contestado otra cosa la desarma.   
      
Barcelona a 15 de septiembre del 2011. Ruben Romero de Chiarla.