lunes, 15 de julio de 2013

La Camarga y, ¿cómo ponerles puertas al campo?


        



Primero fue una entrevista con algo para picar en Julio del 2010  mantenida en el restaurante La Camarga entre la presidente del Partido Popular de Catalunya, diputada en el Parlament catalán y senadora del Estado, con una señora que había mantenido una relación sentimental con el hijo mayor del ex President de Catalunya, el Honorable Jordi Pujol.

Antes del encuentro se produjo el contacto entre la política y la confidente de la política, y alguien hizo de intermediario entre ambas trasladando a la política la conveniencia que el encuentro se produjera en atención a la información que la confidente ofrecía.

La información prometida debió tener una enjundia pública relevante para que la Sra. Sánchez Camacho se prestara a oírla. Se puede dar por supuesto que la parlamentaria no asistió al encuentro para que la otra le contara sus desvelos emocionales y le solicitara un puesto laboral para equilibrar su maltrecha economía. Es de suponer que la líder de la derecha catalana quería conocer de la confidente hechos que afectaban de forma directa la cosa pública y que ella como mandataria de su electorado quería corregir lo corregible y denunciar lo denunciable.

Entre la presentación y la entrevista, y antes de la entrevista, alguien venido no se sabe de dónde y conociendo perfectamente el asunto a tratar y el hecho que la confidente podía desdecirse por inconsistencia emocional  de lo que a la Sra. Sánchez Camacho le contara, consideró más seguro grabar el evento; para lo qué adivinó ( o no) el lugar, el día y la hora.

Poco después, convenientemente en período electoral en el escenario catalán, apareció publicado en un medio de tirada nacional, un supuesto informe policial en el que se afirmaba que miembros de la familia Pujol y políticos allegados a la misma, se llevaban los euros al exterior guardándolos en paraísos fiscales.

A posteriori pudimos conocer dos cosas trascendentes, una, que el informe policial recogía en los sustancial lo que la confidente le había contado a la Sra. Sánchez Camacho casi dos años antes, y la  otra, que ni el Ministro del Interior del partido de la Sra. Sánchez Camacho supo discernir qué grupo de la policía había hecho el informe, puesto que nadie se responsabilizó de su autoría; pero las elecciones de Catalunya ya se habían producido.

Por febrero de este año comenzó en los medios a hablarse en serio de la presunta implicación criminal de Don Luis Bárcenas, ex senador del Estado y ex tesorero del Partido Popular, en delitos que afectaban en detrimento a la cosa pública en paralelo con el  enriquecimiento personal de los políticos del partido del gobierno de España.

Justo en ese momento como para balancear el debate saltó en la prensa la cuestión del espionaje en La Camarga. Se planteó el asunto en dos vertientes por un lado al Restaurante se le hizo aparecer como una factoría del espionaje, algo así como que además de dar de comer a sus clientes le vendían grabaciones de las conversaciones de sus adversarios políticos que también iban a allí a comer; y por otro lado se presentó a la política catalana como un juego de intercambio de dosieres por los cuales todos estaban cogidos y convenientemente neutralizados por sus oponentes y sus oponentes también.

Lo de Bárcenas siguió y sigue.

La Sra. Sánchez Camacho por su propia iniciativa o impulsada por el Partido Popular, puso el grito en el cielo y se fue a la Justicia. ¡Le habían espiado! ¡Otros le habían espiado! Y lo peor: ¡habían quebrado su intimidad mientras ella hablaba de cosas íntimas con una amiga! Y así abrió dos frentes judiciales, primero puso una demanda civil contra la agencia de detectives Método 3, empresa que se había disuelto legalmente en octubre del 2012, pidiendo una indemnización de 80.000 € para compensar el perjuicio producido en su intimidad y su proyección pública; y por otro lado inició -o convalidó la iniciada- acción penal contra los trabajadores de la agencia de detectives, cuya profesión se elevó a la categoría de espías. Transformaron en espías hasta el mensajero y becario de la empresa. El Ministro del Interior, declaró la cosa como prioritaria. Mucho más prioritaria que la cosa de Bárcena que nunca ha sido prioritaria. Y en la priorización se metieron en calabozos a tres trabajadores de Método 3 y al que fuera su jefe, en la urgencia de la priorización no se estaba para distingos.

En el proceso civil entre la Sra. Sánchez Camacho como actora y la empresa Método 3 como demandada, la primera pidió medidas cautelares para que la demandada se viera impedida a publicar lo que ya se había publicado y de ahí la priorización del ministerio de la policía. El Juez civil acogió la medida cautelar y compelió a Método 3 a no publicar lo que ellos misma decían no tener. La medida, por ignorancia o exceso de sabiduría, se vendió como que el Juez civil con su medida cautelar en relación a Método 3 amordazaba a todos los españoles, parte del extranjero, y le impedía hasta hacer señas.

La Sra. Sánchez Camacho al fin llegó a un acuerdo en este asunto civil  que es el de la medida cautelar. El acuerdo consistió en que Método 3, la demandada, hizo una cosa parecida al allanamiento a la demanda, con algunas pequeñas variaciones innovadoras. Primero dijo en el acuerdo que asumía no haber puesto el celo suficiente en impedir que la grabación viera la luz pero que no podía entregársela a la actora porque no la tenía, no podía tenerla tampoco porque la empresa se había disuelto hacía más de medio año, y antes que el asunto saliera en los medios. Segundo, asumió que le daría 80.000€ a la Sra. Sánchez Camacho para compensarla en los perjuicios, pero no se los darían ellos sino unas Aseguradoras que ni habían sido parte en el proceso ni en el acuerdo, y al parecer tampoco tenían pólizas vivas para el asunto. Tercero, como contrapartida al dinero prometido, la Sra. Sánchez Camacho perdonaría a los trabajadores de Método 3 y a su jefe pidiendo el archivo de la causa PENAL (la otra)  y que el Juzgado  le devolviera la copia de la grabación; esto lo cumplió al día siguiente, al tiempo que hacía público que los 80.000€ se los daría a los niños pobres; si los cobraba se entiende.

No parece que haya acertado la Sra. Sánchez Camacho con el acuerdo, al menos si lo vemos desde la perspectiva que la grabación después del invento se convirtió en más codiciada. ¿Qué estaba tapando la Sra. Sánchez Camacho?

Y salió.

 Un medio de internet llamado El Triangle la publicó, y miles de personas la oyeron al tiempo que otras la guardaban y reenviaban a sus amigos. No era una conversación entre amigas de sus cosas, ¿si lo hubiera sido para qué la iban a grabar? Trataron sobre la cosa pública, la confidente le contó lo que hacía su ex amante y la receptora de la confidente, para darle confianza le contó del contacto que tenía dentro del gobierno, en tiempos del Sr. Rodríguez Zapatero, con Don Alfredo Pérez Rubalcaba de Ministro del Interior. Contactos que hacían que ella supiera antes de que se produjera, a quién iban a detener por corrupción, y ella se lo contara a Don Mariano Rajoy. Le contó también a la confidente que tenía Fiscales de confianza y bastante clasificado a los jueces.

Así las cosas, la causa penal sigue en secreto de actuaciones, se supone que la policía está haciendo una investigación pormenorizada y que ha descubierto hechos trascendentes que para garantizar el éxito de las pesquisas se mantiene en secreto, de ahí que el mismo Juzgado ha requerido a El Triangle para que quite de la página web la grabación. En dos palabras:  Im-presionante.

 

Barcelona a 15 de Julio del 2013.-

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