Decía hoy Iñaki Gabilondo, más o menos, que el país tiene unas urgencias desesperadas
de líderes que den confianza, solvencia y esperanzas, y que parecería que
dentro del gobierno hay un quintacolumnista que va teniendo éxito consiguiendo
que el gobierno transite de cagada en cagada. Luego estuve un rato mirando y
escuchando la retrasmisión televisiva de una sesión del Congreso, y era para
llorar o cagarse en la concha de la madre de todos los intervinientes. Cada
cual lanza su verso que lo lleva escrito por otro, y lo tira allí como quien vierte
mierda a un río, y el otro le contesta cualquier cosa, no sobre lo que en versos
le escupió su adversario, sino lo que él lleva escrito también por otro, que siempre
y en todo caso es sobre otra cosa. Se suponía que la sesión iba de un control
parlamentario al gobierno mediante preguntas, pero las preguntas no se hacen,
sino que el mismo preguntante se responde a si mismo importándole un carajo lo
que el otro le vaya a decir, sabiendo que lo que le dirá nada tendrá que ver
con lo preguntado.
Pero tampoco es
que solo pregunten para responderse ellos mismo, no, hacen una introducción insultando
al que se supondría que debería responderle, trayendo a colación cosas que nada
tiene que ver con el asunto que supuestamente al parlamentario controlador
debería interesarle. Van directo a embestir personalmente al otro al que tratan
no como adversario político sino como enemigo personal. Uno para calentar le
dice a la otra señora marquesa, y la otra le dice que es hijo de un terrorista,
parecería que el hecho que una sea marquesa y el otro hijo de un terrorista,
aunque ambas cosas fueran verdad, poco tiene que ver con el control al gobierno
que se supone que se habría de centrar en la gestión hecha después del último
control de la semana anterior. Uno le pregunta al otro si al tal Pérez de los Cobos
le dieron el finiquito por hacer un informe sin previo visto bueno del gobierno
y el otro le contestas que hay que festejar por haberle subido el sueldo a la
Guardia Civil, pero del contenido del informe nada de nada. Uno le pregunta qué
impuestos se van a subir o bajar, y el otro le contestas que el que pregunta no
quiere que hayan impuestos. Uno le dice a otro -de otro partido-, que está de
acuerdo con él en propiciar ayudas sociales, y el resto se caga de la risa a
mandíbula batiente. Uno le dice al otro con no se junte con aquellos que son medio
fascista, pero si se junta con él, él le hará todas las putadas que se le ocurran.
Y otro le dice a otro que mal va juntándose con esos que son medios etarras,
pero si se junta con él, él le joderá todo lo que pueda. Al parecer para los
unos y los otros cuanto más jodan a la gente más contentos están, se sienten
realizados. Y esos no son políticos ni llegarán a serlo, no saben hacer
política ni quieren aprender, ¡qué carajo van a liderar!, se conforman y dan
gracias de mantener el sustento de su casa, no tienen otra ambición.
Con lo fácil que es preguntar sin preámbulos y responder
exactamente a lo que se le ha preguntado, aunque al preguntador no le guste la
respuesta, pero ya que se gasta un dinero en televisar la cosa, igual el
público que lo mira puede sacar sus conclusiones y conceptuarlos como líderes
solventes y respetables, pero mientras solo quieran ser admirados por sus
patrones para mantener el salario estaremos todos jodidos, y cada vez más.
Barcelona a 27 de mayo del 2020, RRCh
No hay comentarios:
Publicar un comentario