La creación de Podemos como una formación política
de izquierda renovadora que tomó el pulso del movimiento social del 15M fue una
buena idea, y también la participación inicial de Pablo Iglesias. El factor que
ha desarticulado a esta formación fue la actitud del Sr. Iglesias inmediatamente
después de un inicio prometedor. Esa actitud puede que no tenga una relación directa
con las ideas, sino con una personalidad narcisista, exhibicionista y prepotente
que se creyó una estrella, que poco a poco de manera constante y sostenida fue
apartando a las personas que le habían encumbrado y que a su juicio y el de muchos,
eran mejores que él.
Posiblemente
el primer error que cometió la formación Podemos fue poner la foto de iglesias
en la papeleta de las primeras elecciones que participó, puesto que esto al Sr.
Iglesias le pudo hacer creer que era un icono, todos los demás errores ya los cometió
él directamente.
El
siguiente error y posiblemente el más importante, con el que comenzó a desdibujar
la imagen que se había creado, fue la compra del chalé, error en el que perseveró
obligando a la formación Podemos a que se lo tragara a través de una suerte de referéndum
de aprobación del que creyó salir airoso, pero que en verdad produjo un
destrozo en el alma de las personas que la componían y en las de quienes le
votaban.
Las explicaciones
que ante tal actitud dio Iglesias, sobre que se había metido en una hipoteca de
30 años, que se la pagaba él, que pensaba en su familia y que tenía derecho,
fueron las propias de una persona neoliberal, totalmente contrarias a las que
se esperaban de él y de la ideología que se le suponía. Pasó abruptamente de
fotografiarse en una vivienda humilde de un barrio al que decía pertenecer, a
una casa aislada en otro lugar con piscina y amplio jardín, con lo que se alejó
voluntariamente para su comodidad y la de su familia del entorno que antes
decía defender y al que con dicha acción mostró su desprecio.
De
su discurso combativo a lo que él denominó “régimen del 78” del cual derivó la Constitución
más estable, posible y democrática de España en toda su historia, y para cuya consecución
varias generaciones de españoles sufrieron cárcel, persecución e innumerables
privaciones, pasó el Sr. Iglesias a ir a sus posteriores discursos con la misma
Constitución en la mano como si fuera la Biblia.
Iglesias
denostando al internacionalismo como fundamento esencial de la izquierda, se
posicionó en favor de un referéndum segregacionista propiciado por el
separatismo catalán en pro de una patria propia, y luego comenzó a hablar de
Patria refiriéndose a España. Fue vicepresidente de gobierno de España, pero jamás
planteo una reforma de la Constitución que antes consideraba peyorativamente
como obra del “régimen del 78”. Se llenó la boca en contra de la corrupción
atribuyéndola a los demás, pero no propuso la inclusión del delito de enriquecimiento
ilícito en el Código Penal. Hizo tratos o negocios particulares junto al Sr.
Monedero con la Venezuela de Chávez que le tapó la boca para criticar a Maduro
y a sus vergonzantes bravuconadas. Se mostró amigo de los okupas, de los vandálicos
defensores de la república catalana que quemaban las calles, las terrazas de
los bares y cortaban las autopistas, y defensor de los supuestos trovadores populares
que en pro de la libertad de expresión amenazaban matar a la gente con nombre y
apellidos al tiempo que reivindicaban las actuaciones de los etarras. Pero se dolió
enormemente cuando recibió de otros, unas balas en un sobre, olvidando que pocos
años antes socialistas y populares las recibían en su nuca explosionadas desde
las pistolas de cobardes con ínfulas de liberadores, que para él no eran
fascistas. Y su acción política la acabó centrando en afirmar a gritos que los
que no aceptaban sus postulados eran, esos sí, todos fascistas.
Iglesias,
seguramente a su pesar, ha sido el mayor estimulante para el crecimiento de la
derecha y la ultraderecha de Vox. Él como político ha resultado un fraude que
deja huella y daba miedo, aunque se le deba agradecer y se le agradece, que haya
dicho que se retira, y como quedan personas valiosas de su entorno presente y
pasado, como Yolanda Díaz, Mónica García e Iñigo Errejón, esperemos que se
mantenga fuera.
Barcelona a 7 de mayo 2021. RRCh
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