Supongo que esto no solo sucede en España, es más que probable que acontezca en la mayoría -sino todas- las democracias del llamado occidente donde las discusiones parlamentarias se centran el en “tu más” y “tu mientes”. Nunca un político contesta al otro lo que el otro le pregunta, sino que le dice otra cosa, siempre que esa otra cosa pueda ofenderle al otro para que el otro le diga otra cosa peor. Supongo también que. con dicha estrategia creen que entretienen al personal y contentan a sus fanáticos, y puede ser verdad. Ahora bien, vistos los resultados parece cierto que con ello la degradación de las democracias es imparable, tanto que los distraídos acabarán siendo capaces de votar a un caballo como líder absoluto y por divertimento. Ya se ha visto como son capaces de votar a psicópatas humanos (véase Argentina), que mostrándose como psicópatas los ciudadanos los votan solo por aparentar ser distintos en aspavientos y burradas, y dan por hecho que no van a cumplir las aberraciones prometidas. Como España no es diferente, hoy escucho al presidente del gobierno Pedro Sánchez decirle en el Parlamento a su oponente Alberto Nuñez Feijoo, literalmente lo siguiente: "Usted habría aprobado la amnistía o lo que hiciera falta para ser presidente del Gobierno", y la frasecita aparece de titular inmediatamente en los periódicos, como que Sánchez le dio un zasca a Feijoo en todos los morros. Claro, si se analiza mínimamente sería para llorar, puesto que parece más que obvio que fue Sánchez quién tragó (y sigue tragando) todo lo que le hizo falta para ser presidente del Gobierno él, intentando contentar, que aún no lo ha conseguido del todo, a un partido de derecha con marcados tintes supremacistas proponiéndole una amnistía para sus presuntos delincuentes a cambio de los 7 votos de ellos, que necesitaba él. Cuando él antes de necesitar esos 7 votos estaba en contra de esa amnistía diciendo que nunca iba a otorgar.
En las elecciones autonómicas de Galicia del domingo
pasado, el PSOE y Sánchez salieron escaldados. En la campaña para esas
elecciones Sánchez y los suyo intentaron derrotar a Feijoo como líder de la
oposición en el estado español, aunque Feijoo no se presentaba en Galicia; hizo
lo mismo que Feijoo en las elecciones municipales y autonómicas de marzo pasado
tratando de erosionar al Sánchez cuando este tampoco se presentaba en ninguna
lista. De ello podría inferirse que en ninguna de estas elecciones a ninguno de
los dos le importaba una mierda a finalidad de tales elecciones sino su propia
supervivencia, entreteniendo al electorado. Y si hubiera salidos bien, para
Sánchez el derrotado sería Feijoo, como no salió, entonces lo de Galicia no es
extrapolable a toda España, pero para Feijoo si lo es, y no lo sería si hubiera
perdido su partido en Galicia. Pero, si algo bueno sale mal, la opción contraria
que era la mala se convierte en buena, y no pasa nada, sigue entreteniendo (o
creen que lo hacen).
La maldad de la
propuesta de amnistía a los presuntos delincuentes separatistas catalanes fue
ampliamente utilizada en Galicia por la gente de Feijoo, y si a éste le hubiera
salido mal la jugada, Sánchez diría que la amnistía era aprobada por la
ciudanía gallega, como le salió bien al otro, ahora la amnistía no tuvo nada
que ver con el tortazo recibido por el PSOE de Sánchez. Tampoco Sánchez valorará
que puede que él yendo a Galicia, no sumó para su candidato, sino que restó
llevando el mar de fondo de la amnistía, que no sería para ningún gallego sino
para los presuntos delincuentes catalanes.
La bondad de la propuesta de amnistía a los presuntos
delincuentes separatistas catalanes la defiende Sánchez como elemento esencial
para pacificar Cataluña, aunque parece referirse más bien a pacificar a los
separatistas, puesto que los que no lo son siempre han estado pacificados y son
la amplia mayoría. Pero resulta que los susceptibles de ser pacificados -los
separatistas-, ayer mismo llevaron al parlamento catalán una moción de
independencia unilateral de Cataluña, y Sánchez como presidente del gobierno de
España hoy no ha dicho nada, salvo lo que le dijo al otro: "Usted
habría aprobado la amnistía o lo que hiciera falta para ser presidente del
Gobierno".
El Partido Socialista Obrero Español, ya no se llama
socialista ni obrero, sino gobierno de progreso, los contras le llaman progres
de forma despectiva, lo que parecería indicar que los contras no son
progresistas, ni dicen ellos qué otras cosas son, aunque sí dicen ser buenos
españoles lo que supondría que los progres son malos o sencillamente no son
españoles. El gobierno de progreso de España se sustenta en los 7 votos de un
partido de derecha con tintes supremacistas que en coherencia dicen a plenos pulmón
que la gobernanza de España le importa una mierda; de lo que se podría concluir
que el mismo interés le suscita el progreso en del país.
Visto el resultado de las elecciones autonómicas y
municipales del marzo pasado, Pedro Sánchez fue valiente y hábil convocando las
generales tres meses después, y aunque quedó detrás de Feijoo, formó gobiernos
sumando votos con otros partidos, incluidos los separatistas. Pero ahora, aun
viendo que los mismos separatistas le escupen en la cara con chantajes indignos
para cualquier estadista, él sigue masticando vidrio y al parecer solo para
salvar su culo con la ilusión de renacer dos veces, y mientas tanto hace
engordar a la derecha que disfruta ante una izquierda que perdió el nombre, matándose
entre ellos por ver quien tiene la lengua más larga para marcar sentimientos identitarios
propios.
En
Barcelona a 21 de febrero 2024.- RRCh
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