Nos conmueve ver a los niños
muertos en las playas griegas a consecuencia del naufragio, en la huida, desde
la desolación de las matanzas en Siria y su entorno. Nos conmueve ver la muerte
en territorio europeo de los nadies
del mundo. Nos planteamos cómo, cuándo y de qué manera aquí podemos asistirles
en su desesperación. Pero no surgen ideas de cómo parar la guerra donde la guerra se está produciendo, para que
la gente no tenga que huir. Parecería que existe una inmoral espera para que
los que queden mueran y los que no se vayan…
BCN, 3 de septiembre 2015.
RRCH
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