Situándonos en el peor de los escenarios: que
el magnate cumpla todas sus amenazas, de ello podemos sacar beneficio partiendo
de la ventaja de no vivir en EEUU. La esencia del sueño trumpista es el aislacionismo para conseguir unos EEUU solo para sus
ciudadanos (blancos y varones si es posible), distanciándose de la problemática
mundial siempre que no tenga una afectación directa en sus intereses. Siendo esto
muy complicado para el funcionamiento de sus multinacionales y su sistema
financiero -que suelen producir en base a la materia prima y la mano de obra de
países del tercer o cuarto mundo conseguidas a precio de hambre-, ello no le sería del todo
imposible si sube muchos los aranceles para la importación, si suprime el gasto
ecológico, si controla a la élite financiera que se lucra con la deslocalización
de empresas junto con las empresas norteamericanas deslocalizadas, y si cierra las fronteras a la emigración
expulsando de paso a las personas extranjeras sin permisos de trabajo y residencia. Si esto sucede será una oportunidad para que
Europa y Latinoamérica se unan cada una
entre sí y las dos entre ellas -en contra de sus respectivas costumbres-, y
comiencen a ser dueñas de sus destinos. Sería una oportunidad para abandonar ese
sometimiento infantil a la culturilla anglófona, y para fortalecer principios
humanistas en desuso. ¿No?
Barcelona a 14 de Noviembre del 2016.-
RRCH.
No hay comentarios:
Publicar un comentario