Todo
procedimiento, todo procés; como todo
camino que se inicia, previamente tienen
definido dónde se quiere acabar. Las finalidades de cualquier propuesta suelen o
deberían tener un diseño concreto previo,
antes de pasar a las formalidades o trámites para alcanzarlas. El procedimiento o las
reglas de tramitación son muy importantes cuando se han concretado lo que se
quiere conseguir; pero el viaje a ninguna parte, o a alguna que ya veremos, no parece idóneo para
concitar ilusiones que empujen. Y esto es lo que está sucediendo en las
formaciones políticas que se mueven en España: los independentistas de derecha*
y las presuntas izquierdas. Los otros no se mueven, se nutren de la sucesión de
errores de sus adversarios. Los independentistas catalanes se han acomodado en el procés para el referéndum, y han conseguido convertir el
procedimiento en un fin, depreciando los porqué, los para qué y los cómo;
diluyendo la finalidad última en el ya
veremos. Los de Podemos defienden el referéndum catalán, pero se cuidan
mucho en no decir qué opción defenderían en caso de que las votaciones se
llevaran a cabo: ya vemos, si no o si sí.
No son independentistas ni dejan de serlo, propician las votaciones para desplegar
democracia en perfeccionamiento del procedimiento; y mientras tanto discuten
sobre el procedimiento para el procedimiento errejonista, pablista, bescancista o militancista. El PSOE trata de
iniciar el procedimiento por el que transiten los susanistas, pedristas o lopistas por la militancia, de forma que el
que salga primero superando el procedimiento de elección imponga el
procedimiento para ganar asientos en el congreso de disputados. Todos tratan de
salvar los muebles -comenzando por los de uso propio-, mientras la casa se les
quema y cada vez que se le quema la casa, que suele ser a menudos dado que siempre al alejarse se les
queda un trasto sin apagar del todo. Mientras tanto el precariado líquido se
entretiene individualmente en la red, ilusionados en hacer bulto en la
insolidaridad.
Barcelona
a 18 de enero del 2017.- RRCH
*Digo
independentistas de derechas, porque no puedo concebir que sean de izquierdas,
por más que se apunten al vocablo; la izquierda por definición es integradora,
solidaria e igualitarista, antítesis de la segregación, el separatismo y las
ínfulas identitarias-patrioteras.
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