A este hombre lo van
ridiculizando porque al parecer no sabe lo suficiente para ser el Presidente de
los EEUU, pero no se valora que este señor no se presentó a las elecciones
diciendo que sabía lo bastante para presidir dicho país, sino que sabía ser
rico administrando lo heredado y que para él los americanos del norte
(excluyendo México y Canadá) serían los primeros. Tampoco dijo en qué serían
primeros. Los ciudadanos que le votaron, que fueron muchos, sabían
perfectamente cómo era el Sr. Trump, y él sabía perfectamente qué debía
decirles para que le votaran. Y esos saberes no convierten a Trump en idiota,
si acaso a sus votantes, y no a todos. Los ricos que le votaron no tienen ni
pizca de tontos, todo lo contrario, cosechan lo que sembraron y algo más. El resto que en general fueron pobres o en
vía de serlos, vieron en Trump lo que los americanos del norte que hablan
inglés quisieron y pudieron ver: un rico que criticaba a los otros ricos, que
habla como los pobres, desprecia a todos los que no son blancos excluyendo a
las mujeres, y es muy patriota. Como ya dijo Max Weber allí el calvinismo y sus
confluencias a través de la religión instauró el capitalismo y ahora el
capitalismo trascendiendo al calvinismo se convirtió en religión. Y para esa
gente -dejando al margen a los ricos que son muy listos y cuando no les vaya
bien lo dejarán caer-, el Sr. Trump es el Rey Midas de Frigia que tiene el
poder de convertir en oro todo lo que toca, hasta lo que come, y para ellos
será el Dios redentor. Así que, cuando más le acosen los ricos ilustrados, más le
venerarán los pobres que esperan recoger lo que a Trump le sobre una vez le dejen
limpiar el país de indeseables, que son todos, salvando a los blanquitos que hablen
un buen inglés: sus fanáticos, que son muchos y bien aprendidos. Barcelona
a 22 de enero del 2018. RRCh.
No hay comentarios:
Publicar un comentario