miércoles, 26 de septiembre de 2018

POR QUÉ NO PROBAR EN DECIR LA VERDAD?


 
       A la pobre ministra de Justicia Dolores Delgado le han sacado una grabación de una conversación en la que ella hace diez años dijo, que el actual ministro del Interior Sr. Grande-Marlaska es un “maricón” y que en un viaje a Colombia se encontró con magistrados del Tribunal Supremo con chicas menores de edad y que le dijeron que eran camareras y les había dado lástima.

       Bueno, podía haber dicho que efectivamente se refirió a Grande-Marlaska como maricón refiriéndose a su condición sexual de homosexual declarado, que lo hizo en sentido peyorativo en conversación desenfadada en una comida, que en aquel momento no tenía gran estima por el Sr. Grande-Marlaska, que no lo conocía mucho y que ahora que sí conoce bien se arrepiente de haber dicho tal cosa y le pide disculpas públicamente. Con respecto a los jueces en Colombia es verdad que lo dijo y lo que dijo también es verdad. Claro si le preguntaran, que le preguntarían, quiénes eran esos jueces, diría que como no lo dijo en aquella conversación de hace diez años, no lo va a decir ahora, especialmente porque igual la excusa que le pusieron era la verdad y ella se equivocó en la suspicacia de su conclusión, porque efectivamente en aquel entonces pensó que aquellos jueces eran unos degenerados que intentaban mantener relaciones sexuales con las chicas. Con respecto a la reunión mantenida con el Sr. Villarejo, solo decir que se vio con él en varias ocasiones y que en aquél entonces esta persona gozaba de completa honorabilidad, dado que se conoció su presunta implicación criminal años después. Y punto.

       Pero no, la muchacha lo primero que dijo es que nunca se había encontrado con el Sr. Villarejo, luego que no con el Sr. Villarejo abogado, y luego que solo tres veces; y que no dijo lo de maricón refiriéndose a la condición sexual de Grande-Marlaska. Una pena…

       Y más pena dan los personajes públicos en activo, que cuando le preguntan sobre la relación antigua con un corrupto dicen que no le conocieron. Claro que le conocieron; claro, si resulta que las personas hoy descubiertas como corruptas, antes eran personas ejemplares a las cuales todos querían ser amigos por los cargos públicos o privados de primera línea que ocupaban, la capacidad que tenían en resolver problemas, poner en contacto gentes importantes y hacer recomendaciones, eran personas ejemplares, de conducta intachables, famosos, exitosos, y de obligado conocimiento para quien quería llegar a ser “alguien”. Precisamente se hicieron corruptos por los cargos que ocupaban, por esa capacidad de conexión e influencia, y su fama en círculos concretos con lo que se creyeron impunes. Y naturalmente, los que les bailaron el agua y fueron con ellos a comidas en restaurantes de postín, no son todos corruptos.

       Pero cuando hay tanto pudor para no decir la verdad y ésta sale, se pierde la credibilidad para ser ministra como para ser fiscal.

       ¿Por qué no probar a decir la verdad?

 

Barcelona a 26 de septiembre del 2018.- RRCh

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