sábado, 26 de febrero de 2011

HACEDORES DE CREENCIAS: LOS EXPERTOS

  • Cualquier actividad: económica, profesional o política, se apoya o intenta fundamentarse, en los expertos como especialistas. En la geopolítica ningún experto especialista previó con acierto la caída del muro de Berlín, ni la consiguiente desintegración del los que fue la Unión Soviética con su Pacto de Varsovia, ni la paralela unificación de Alemania. Cuando se produjo lo comentaron previeron y erraron.  Los expertos especialistas en calificación de riesgos y solvencias de los países del mundo occidental no previeron la crisis económica en la que estamos. Ninguno de ellos apretó el botón de alerta en tiempo útil en relación a las “solventes” entidades financieras que hace unos años acabaron en quiebra, con importantísimas personalidades del mundo financiero en la cárcel por estafas masivas, de las qué fueron “victimas” relevantes inversores rodeados de expertos especialistas. EEUU, país al que se le supone mayor especialidad en seguridad nacional, fue incapaz de prever y evitar el ataque a las Torres Gemelas, cuando sucedió lo analizaron, y previeron como solución invadir Afganistán; como lo analizaron mal y previeron peor, ahora están tratando de salir de allí y no saben cómo. Extraordinarios expertos consideraron que invadir Irán con excusas ciertas o inventadas resolverían importantes cuestiones de seguridad para el mundo occidental; dieron por acabada la guerra cuando en realidad estaba empezando, al tiempo que desbarataron su propia excusa al no encontrar armas de destrucción masiva. A la crisis económica no la vieron venir ni los expertos del Fondo Monetario Internacional ni los del Banco Mundial. Cuando estaban metidos en ella, han hecho diversos diagnósticos y extendido distintas recetas; primero que pasaría pronto, luego que duraría más, algunos que duraría siempre y otros que no se sabe. En cuanto al remedio: primero que lo solventaría la inversión pública y el auxilio a las entidades financieras privadas con fondos públicos; luego que se solventaría retirando la inversión pública, ahorrando mucho y suprimiendo las primas que las entidades financieras daban a sus ejecutivos -expertos especialistas en cobro de bonus para ellos-. Mientras tanto los expertos especialistas seguían estudiando una solución para el terrorismo internacional originado, según ellos,  por el extremismo religioso del mundo musulmán; siempre naturalmente tratando, según decían,  de propiciar que estos países y sus gentes accedan a un régimen democrático. No obstante, cuando en 1991 el FIS (Frente Islamista de Salvación) en Argelia ganó democráticamente las elecciones conquistando el poder  a través de las urnas los mismo expertos especialistas y demócratas no dijeron ni pío cuando los generales de Argelia intervinieron, anularon las elecciones, ilegalizaron el partido, encarcelaron a los representantes populares electos que dejaron vivos  y declararon el estado de emergencia que duró hasta hace unos días cuando sucedió el imprevisto alzamiento popular en Túnez. En Turquía en el 2007 accedió democráticamente al poder el AKP de inspiración islamista, hasta la actualidad no ha demostrado ninguna incapacidad para actuar dentro de los cauces democráticos e incluso se le deja coquetear con la entrada en la Unión Europea, aunque los expertos especialistas pronosticaban desastres absolutos para nuestra sacrosanta civilización occidental. Los mismos expertos especialista en geopolítica al principio de este año 2011 ni se les pasó por sus cabezas que en los dos meses siguientes desapareciera el régimen de Túnez y el de Egipto. Hasta hace  unos días la gente no sabía que ahí mismo, en la otra margen del Mediterráneo habían dos dictadores sanguinarios y corrompidos. Al contrario: en Túnez los de aquí veraneaban placenteramente y en Egipto se hacían relajados paseos en camello en el entorno de las pirámides. Pocos años antes se encumbraba al Sha de Persia en Irán, “Luz de arios”. Cuando repudió por infértil a  su mujer Soraya, de madre alemana, se llenaron de nobleza las revistas del corazón en el mundo occidental. El origen pro-nazi de los Pahlevi se trasmutó en anticomunismo y la CIA le echó una manita para convertirse en tirano amigo; en definitiva se había preparado en Suiza y era pro-occidental con la minoría que le sustentaba, al tiempo que se enriquecían juntos con las miserias de los muchos. Cuando desde Francia apareció el opositor Ayatolá Jomeini, desde aquí, el occidente de los expertos y  especialistas se apoyó a Sadam Husein para que éste desde el Irán vecino intentara volver al status quo. No salió bien, y para arreglarlo, después de descubrir que Sadam no era un tirano amigo,que era tirano ya lo sabían-, se intentó llevar la libertad a Irán y se montó una guerra distribuida al mundo por televisión. Ahora Libia: si los libios se sacan de encima a Gadafi todos los expertos y especialistas analizarán las atrocidades hechas por Gadafi desde hace 40 años; pero si Gadafi se aguanta en el poder ese análisis se guardará en un cajón, le dejaremos montar en nuestros parques su jaima custodiada por vírgenes, festejaremos sus excentricidades, y los expertos especialistas analizarán que es un mal menor puesto que peor hubiera sido que con Libia se hicieran los fundamentalistas. De momento a nadie se le ha ocurrido valorar que los islamistas puedan ser tan demócratas como lo es la democracia-cristiana, muy alejada por supuesto del cristianismo salido de la inquisición y las guerras santas; pero de momento a los de religión musulmana no les dejamos ni intentarlo. Los expertos y especialistas actuales no son más que hacedores de creencias, que se alimentan entre ellos de teorías perfectas hasta que se demuestra su inutilidad; pero mientras la realidad no les contradice, viven como pastores de almas venerados y engordando, mientras el rebaño se afana en aliviar las urgencias con la imaginación. Las credos que difunden son menos longevos que los producidos por las religiones; aunque es verdad que éstas tienen unas ventajas insuperables, todo lo que prevén y prometen se hará realidad en el más allá. Hay que morirse para verlo, y ciertamente no se conoce a ninguno que resucitara  para quejarse de algún engaño.
  •                 Ruben Romero de Chiarla; Barcelona a 26 de febrero del 2011.-

1 comentario:

  1. Por lo menos queda algo de esperanza..... En el mas allá... Luego de todo lo leído, ese es mi consuelo. Gracias!

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