Sí, hace diez años que
vivimos una gran desgracia en Madrid, en España, en Europa, en el mundo. Nos reventaron
un tren con gente, gente que murió, gente que resultó mutilada, y gentes que sin
haber sufrido el atentando en sus carnes padecen las secuelas de heridas que les
siguen sangrando en el alma. Gentes que perdieron sus hijos, a sus hermanos, a sus esposos, a sus esposas; que perdieron la
vida que tenían.
Hoy el ministro Gallardón
escribe un articulito en un periódico de gran tirada, y dice, entre otras cosas, que “solo
podemos recordar que Madrid estuvo a la altura”. Cierto. Pero es más cierto
aún, que quién no estuvo a la altura fue el Sr. Gallardón y sus compañeros del
Partido Popular, junto con unos cuantos, ¡demasiados!, periodistas lameculos
del Partido Popular, que no solo se inventaron la teoría de la conspiración
para tratar de endosarle el crimen a los asesinos de ETA, sino que despreciaron
a las víctimas de este atentando que no comulgaron con la patraña, que los peperos nos quisieron hacer tragar. En
aquel momento, muy cercano a las elecciones que perdieron, los peperos necesitaban tanto a ETA como ETA
les necesitaba a ellos, se retroalimentaban –o se retroalimentan aún-, y
sabiendo los peperos y sus secuaces
que esa vez ETA no tenía nada que ver, se empeñaron, una vez más, en mentir. Si
le endosaban el atentado a ETA tapaban la posibilidad que la desgracia fuera
considerado por la ciudadanía como una consecuencia
directa de la chulería de Aznar en la guerra de Irak. Si. Madrid estuvo a la
altura de las circunstancias, los ciudadanos españoles estuvieron a la altura
de las circunstancias, los que mandaban y desgraciadamente están mandando,
estuvieron a la altura de la basura y aún no han superado esa medida.
Barcelona a 11 de Marzo del
2014.- RRCH
De mi consideración:
ResponderEliminarRubén, según su pensamiento y "letras", apoyo su decir y su pensar referente a la cuestión.
Por eso, mi mas apoyo a lo que escribe, correlativamente en el "dolor",......de aquellos que aún sufren la pérdida de los suyos.
En mi estima, reciba Usted mi saludo.