viernes, 21 de marzo de 2014

VENEZUELA


 
Posiblemente Chaves no consiguió enseñarles a pescar a sus venezolanos, o no tuvo tiempo de hacerlo. Posiblemente sus venezolanos antes de aprender a pescar necesitaban comer y adquirir una mínima dosis de autoestima; me refiero a los que no tenían.
 Posiblemente el chavismo que propició Chaves fue una mala idea o una buena idea con mal resultado.
 Pero lo que parece cierto es que, el tal Maduro no hace justicia ni a su nombre, ni aprendió a pescan, ni come ni deja comer, y es incapaz de mantener a sus venezolanos con una mínima ilusión de un futuro bienestar.
 Parece ser que este señor, no tiene nada de lo poco que pudo tener Chaves, y pretende suplir su ineptitud con el atropello.
 Ahora resulta que hasta Amnistía Internacional, que siempre ha tenido que denunciar las tropelías de los barrigas frías de Latinoamérica -aprendices de fascistas y experimentados matones contra los débiles-, tiene también que denunciar, por lo mismo,  a los mandatarios de la Venezuela post-chavista.  Y así, resultará que entre todos la mataron y ella sola se murió.
 Seguro que hay una parte importante de la ciudadanía venezolana que defiende fanáticamente las conquistas logradas en la era Chaves; conquistas que puede que hayan sido más una ilusión que realidad, pero ilusión al fin; y seguro que hay otra parte importante también, que aprovechando las torpezas del Maduro, anhela reconquistar los privilegios que otrora disfrutaron a costilla de la gente que, siendo mucha, ni siquiera contaban como número.
 Los líderes de un bando y del otro, si es que son líderes y no cantamañanas, podrían plantearse que, igual no es posible volver a atrás, ni para que todos sean chavistas, ni para que todos sean antichavista, y a lo mejor, cabría la posibilidad de encajar ideas de los unos en las de los otros. Y de no ser así, cabría preguntase si a fuerza de medir quien la tiene más larga, ¿no puede todo acabar con muchos capados?

 
Barcelona a 21 de Marzo del 2014.- RRCH

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