Ahora
la cosa está en si Podemos apoya la investidura del Sánchez (PSOE) a la
presidencia del gobierno al tiempo que otros partidos
(nacionalistas-separatistas) se abstienen en segunda votación, o si Podemos
vota en contra del gobierno de Sánchez. Si podemos no apoya al PSOE no habrá
investidura y se deberán repetir las elecciones generales. Podemos ya hace bastante
tiempo que dejó de ser lo que pareció que pretendía ser, y se ha convertido en
el partido del Sr. Iglesias y la compañía que él ha elegido. Desde esa
perspectiva es entendible que el Sr. Iglesias pretenda ser ministro de Sánchez.
Iglesias ya logró, por voluntad propia o por ineptitud, convertir a Podemos en
una fuerza política irrelevante, y personalmente solo le queda defender la
relevancia propia: ser ministro. Sánchez
tiene difícil aceptar tal propuesta, en tanto que resulta complicado tener en
el consejo de ministros a una persona que defiende un referéndum en Cataluña
para que se independice o no, aunque no ha dicho nunca cómo y de qué manera prevé
eludir la aplicación de la Constitución, especialmente lo previsto en su Art. 2.
Como Iglesias ve como solución al separatismo catalán ese referéndum, él
considera que los que convocaron en Cataluña un referéndum ilegal y se pasaron
por el arco de triunfo la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña
son presos políticos, y no políticos presos. PERO ahora que quieres ser ministro
manda a uno de los suyos a decir que si es ministro será leal con el gobierno
del PSOE. Claro si es leal con el gobierno que lo acoja como ministro siendo de
Podemos y no del PSOE, él abdicará de sus principios, con lo que habrá que suponer
que con una cartera de ministro se opondrá a cualquier aventura separatista por
ser contraria a la Constitución y ahora dirá que en España no hay presos
políticos sino políticos presos. Con lo cual las lealtades del Sr. Iglesias con
unos principios o sus contrarios depende de que él tenga o no un ministerio.
Ante tal tesitura, es posible que resulte más higiénico que se convoquen nuevas
elecciones, y si se ha de asumir que en ellas acabe gobernando el tripartito de
derechas, se asume. Esa otra posibilidad consistente en que Rivera (Ciudadanos)
se abstenga en las votaciones y Sánchez pudiera ser investido en segunda
votación por mayoría simple, ya en si mismo no resulta previsible, dada el
encastre que Rivera ha conseguido con la derecha comedida y la ultraderecha
montaraz; y además con el voto en contra de Podemos es imposible. Por tanto,
estaremos esperando la decisión de Sr. iglesias que subido a la cumbre de un rascacielos
amenaza con tirarse si no se le hace ministro. Y es capaz de hacerlo por
aquello de asaltar los cielos; a no ser que le haga arrepentirse la aparición
mental de la imagen de su chalé con piscina destinado a independizar a su prole
de malos ejemplos. Veremos…
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