lunes, 23 de septiembre de 2013

CATALUÑA Y ESPERANZA AGUIRRE


 

 

Comparto íntegramente lo que manifestó sobre Catalunya la Sra. Aguirre la semana pasada en Barcelona. Lamento que haya sido ella quién lo dijera. Es denigrante para la izquierda que una señora tan de derechas como ella, se permitiera hacer una crítica tan certera sobre la deriva de la izquierda en España de los últimos años o décadas. Ello deja patente que le han perdido en absoluto el respeto a la capacidad de liderazgo y movilización social de la  izquierda. Es verdad que contra natura la presunta izquierda que defiende el derecho a decidir en Catalunya, centra la decisión de forma  exclusiva y excluyente en la independencia. No hay peligro que ese derecho a decidir se dirija a  la nacionalización de la banca, o en elegir la república en sustitución de la monarquía, que otrora podrían ser planteamientos esperables, no hay peligro sobre el internacionalismo proletario. Nuestra izquierda actual se ha plegado al posibilismo inmediato, en la creencia que cualquier cosa le es beneficiosa siempre que aparentemente moleste a la casta gobernante. Se conforman con ser moscas cojoneras.  No se ocupan en alternativas de transformación social integradoras y globalizantes, no tienen ideas y de las que tuvieron se han divorciado sin proyectos de reconstrucción emocional. Se han instalado en la mayoría del “ya no” o el “todavía no”; la frase es de Iñaki Gabilondo, no mía.  Y así tratan de apuntarse a cualquier circunstancia que genere concentración de masas, ya no pretenden liderar a la inmensa mayoría  de gentes necesitadas y huérfanas de dirigentes, se conforman con ir al abrigo, detrás.  Defienden el uso de la bicicleta para no contaminar, consuelan a las mujeres maltratadas, defienden a los homosexuales, luchan contra los toreros en defensa de los toros, están atentos en que no se abandonen ni se maltraten a los perros, hacen protocoles contra la corrupción propia, y no fuman en público. Se ocupan de paliar los efectos sin atacar las causas.

        Nuestra izquierda parece sentirse cómoda en una situación cercana al apartheid, en la separación: catalanes separados de los españoles, si los catalanes así lo quieren; y que los españolitos aguanten a Don Tancredo al que la izquierda tolera porque en definitiva ello no daña al toro. Doña Esperanza Aguirre se cachondea de la izquierda, y se siente tan suelta que es capaz de atacar con buenos argumentos a la burguesía dominante en Catalunya, esa que promueve el lugar separado, con el consabido divide y vencerás; esa que ya ha puesto sus fortunas a buen recaudo fuera del amado terruño, y que esa izquierda arrepentida festeja con banderitas paliativas. El dudo luego existo, lo han cogido tan al pie de la letra, que lo de existir lo han dejado para luego. Ayer en Alemania los alemanes jodidos por Merkel no fueron a votar, no tenían a quién; ella ganó.

 

        Barcelona a 23 de septiembre del 2013. RRCH

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