Es la última, o haces coaching o estás
jodido. ¿O estás jodido porque haces coaching? La palabrota tiene fácil traducción al
idioma castellano: preparador. Pero dentro del papanatismo reinante, en inglés
es insuperable, ¡a dónde vas con preparador!, coach, coach. El coach, con el que se ha de hacer coaching, observa
al coachingado, toma conciencia de los
problemas emocionales del coachingado,
determina los objetivos que el coachingado
ha de tener, le hace actuar con
arreglo a los objetivos determinados y va midiendo los efectos con miras al
resultado. Hace tiempo que concluí que a las personas las mueven las emociones,
y con ellas se mueve todo. Ahora me parece una pena que otros hayan llegado a
la misma conclusión, pero para hacer negocio, y al parecer muy lucrativo si
atendemos a la demanda. Con el invento estamos consiguiendo que
las sectas se reduzcan a dos personas: el que observa, toma conciencia,
determina, actúa y controla por un lado, y el otro que es el que pagando endosa
la responsabilidad del resultado de la vida propia al que le cobra. Es tan
simple como pagar para que otro haga tus reflexiones, piense por ti y decida por
ti; tú haces lo que te manda y si sale mal la culpa es del otro; y ante dicha
frustración tú has de buscar otro coach. Es de puta madre, no sé cómo he podido
vivir sin coachingar tanto tiempo!.
Barcelona
a 22 de Marzo del 2016. RRCH
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