Una de las formas de ahorrar dinero público recortando lo
que sobra, sería eliminar las comisiones de investigación parlamentaria. Será
difícil, porque todos los partidos sin excepción son adictos a ellas, piden una
tras otra. Y no es porque las consideren una buena herramienta para investigar
y con ello esclarecer algún hecho y aproximarse a la verdad. No, solo les son
útiles para salir en televisión en el momento que exhiben sus conclusiones
previas a efectuar cualquier pregunta; y tal demostración de zafiedad e
ineptitud lo hacen de la forma más soez posible, cuando peor mejor; y al
parecer con ello consiguen adeptos. Ayer el diputado del parlamento madrileño,
Exmo. Sr. Ramón Espiner Merino, licenciado universitario, para preguntar al Sr.
Francisco Granados que respondía por video-conferencia desde la cárcel, en la
que se encuentra en prisión provisional por la presunta comisión de diversos
delitos relacionados con la corrupción, comenzó diciendo: “Usted, que es el rey del golferío y el perejil de todas las salsas de
corrupción…” Es evidente que con tal
comienzo, al Sr. Espiner lo que menos le interesaba era la pregunta que añadió
a su acusación, menos aún la respuesta. En el supuesto que el otro le
contestara, lo que dijera no iba a cambiar la conclusión del Sr. Espiner, la
cual ya la había traído de su casa. La Comisión de Investigación era la excusa
y el escenario para su deslucimiento.
El trabajo de la mentada Comisión parlamentaria, acabará
como todas, con las conclusiones que ya tenían los miembros que la componen
antes de empezar, y siempre que tales miembros tengan mayoría para imponerla. Y
una pasta tirada a la basura para el desprestigio de la política y la gloria de
los mercachifles que la usurpan.
Barcelona a 7 de Junio del 2016. RRCH
No hay comentarios:
Publicar un comentario