jueves, 30 de abril de 2015

MONEDERO, y la maté porque era mía.


 


          Este señor con su desmesurada demagogia de intelectual de grupo, fue el que inició con su indecencia la cuesta abajo de Podemos. Ahora, como parece ser que la mayoría le saca el cuerpo, se siente engañado y traicionado. Le sabe mal que otros aparezcan en la tele y no pueda estar él, porque si lo que añora son las reuniones de grupo no parece que nada se lo impida. Le ha durado poco las ansias de derrotar a la casta, pensó que todo el campo era orégano y que los españolitos a los que el tanto defendía, le iban a hacer un monumento como el líder absoluto. Parece que era y es un “intelectual” de los entre comillas, que necesita que un grupito de dependientes le hagan reverencias y le rían las gracias. Se acerca mucho a esos que decían que contra Franco vivían mejor, él pretendía hacerlo contra la Casta y para ello necesita que exista, sin Casta la cosa se pone fea. No obstante para ser un “contra” de la Casta comparte demasiadas características, entre ellas la ausencia de dignidad. Sólo un egocéntrico perturbado se puede prestar un mes antes de las elecciones municipales y autonómicas, a darles al País y al Mundo los titulares que les regaló hoy en contra de sus compañeros y en contra de Podemos. Su presunta denostada casta puede que en compensación a los servicios prestados le haga el monumento deseado ; y que hasta los de “abajo” le caguen encima. Y alguna cosa quedará por ahí sobre un tipo miserable que quiso darse brillo explotando la esperanza ajena.

 

Barcelona a 30 de abril del 2015. RRCH

miércoles, 29 de abril de 2015

LOBBIS (sala de espera)


 
          Aunque la sonoridad del término y alguna noticia sobre la forma de actuar de estos grupos nos lleve a pensar en una jauría de lobos, no procede de ahí el nombre sino de la tradición angloamericana, consistente en que los parlamentarios se reunieran en salas de espera de los Parlamentos u Hoteles para escuchar los pedimentos y quejas de grupos de personas que defendían intereses más o menos colectivos (sindicatos, gremios, asociaciones de empresarios, periodistas, ecologistas, corporaciones farmacéuticas, industria armamentística etc.) y así llevar a las Cámaras legislativas las propuestas de normas reguladoras sobre tales iniciativas. Ellos los tienen regulados de forma más o menos transparente, nosotros tenemos la misma cosa pero sin regulación. La inexistencia de normas reguladoras de conductas tradicionales y habituales, propician la corrupción que se nutre de la hipocresía con fines lucrativos. Es la ocultación intencionada de lo existente para su clandestina explotación parapetada en la impunidad.  Los lobbies o grupos de presión, accionan más y mejor en la clandestinidad, y en ello se asemejan con los traficantes de drogas y de personas para la explotación laboral o sexual. Los grupos de presión, no regulados y por ende clandestinos, trafican con las influencias de los mandatarios públicos para la consecución de privilegios o contratos con las administraciones públicas, de las que logran cobros de cantidades suficientemente excesivas para amortizar el pago a los  “servidores” públicos corrompidos. La legalización (regulación) de los grupos de presión, el consumo de drogas y la prostitución, en ningún caso generarían su desaparición, pero su criminalización produce su fortalecimiento mediante la selección natural, de forma que los más agresivos, con mayor potencialidad económica-financiera, constituyen mafias con auténtica capacidad para dirigir desde la sombra el poder político, imponiendo la legislación que más les garantice la impunidad. Si a ello le añadimos los paraísos fiscales con todos los instrumentos legales para la ocultación de la procedencia de la riqueza, mediante sociedades o testaferros interpuestos, parece fácil advertir que lo que se oculta o no se quiere ver, nos acaba dominando.

 
Barcelona a 29 de abril del 2015. RRCH

martes, 28 de abril de 2015

DIPUTADOS Y SENADORES


 

Esto de la crisis es una maravilla, al final todos los corrompidos se destaparán los unos a los otros por no haber suficiente dinero para taparse todos. Ahora parece estar claro lo que ya se intuía, que la mayoría de los diputados y senadores están pluriempleados lo que implica que también  actúan como representantes del poderío económico de las grandes empresas y corporaciones. La justificación consiste en que los legisladores deben tener libertad para participar a pie de calle de la pulsión social, y que si lo tuvieran prohibido, por lo que cobran en la función pública, solo llegarían a las cámaras las personas con menor formación. Con ello vienen a decir que un especialista en oftalmología, un ingeniero aeronáutico, un piloto de avión o un controlador de vuelo, tiene mayor formación para legislar que un peón de la construcción, un minero o un obrero del campo. Sorprende, puesto que era de suponer que la selección del más apto lo hacía la ciudadanía mediante el voto, y que precisamente por ello los legisladores se rodean de asesores y de dictámenes del Consejo de Estado, y otros muchos consejos de asesoramiento compuestos, se supone, por personas muy formadas que no acceden al cargo por elección popular sino por sus conocimientos específicos.

          Pero hay alternativas, por ejemplo: a) subirles el sueldo al doble o al triple (en todo caso eso ya se paga a las empresas que contratan con la Administración por el sobrecoste de compensar comisiones y favores), eso sí, con dedicación exclusiva y sin ningún otro complemento que no sea el honor de servir a su país. b) Cuando se queden sin el empleo por no ser reelegidos, que tengan seguro de paro en idéntica proporción y con iguales límites que cualquier otro ciudadano que sea despedido. d) Que el control de la dedicación exclusiva y la consecuente separación de cualquier interés privado -sea de forma directa, mediante sociedades interpuestas o familiares-, se efectúe desde una oficina independiente de las Cámaras que centren sus investigaciones en base a lo declarado por los legisladores con pleno conocimiento público y en contraste con la información anónima o personal aportada por los ciudadanos. e) Que la infracción de tales reglas tengan una pena privativa de libertad superior a cinco años, con inhabilitación por el doble, y multas por un mínimo del triple de lo ilegalmente percibido en dinero o especies, sin derecho a remisión condicional, ni a tercer grado penitenciario, ni al indulto.

 

Barcelona a 28 de Febrero del 2015.- RRCH 

lunes, 27 de abril de 2015

PABLO IGLESIAS


 

          Si desde Podemos se va a seguir describiendo el diagnóstico no se va a poder. Ya está claro que hay un pozo, se ha explicado su diámetro y su profundidad con todo detalle, ahora se ha de explicar de forma viable, cómo se rellena. Decir que se le va a pedir a los ricos que sean un poco menos ricos para repartir entre los pobres, es estupendo. Ahora se ha de concretar qué se va a hacer cuando los ricos digan que no, y que si se les pone las cosas difícil no solo no traen el dinero que tienen en los paraísos fiscales sino que se lo llevan todo. Decir que se les va a pedir a los banqueros que den créditos a las pequeñas empresas y a los autónomos está muy bien. Ahora se ha de explicar qué se piensa hacer con los banqueros cuando digan que no, y que ellos prestan sólo a los que son solventes. Decir que se van a impedir las puertas giratorias para que los ex ministros, ex diputado y ex presidentes mientras estén en el poder hagan mérito para que cuando no estén aseguren un puesto en grande empresas con abultado sueldos, está perfecto. Ahora se tiene que explicar cómo, de qué manera y con qué instrumentos ello se va a impedir. Que la corrupción se ha de parar está claro, ahora falta indicar cuáles son los medios que se utilizaran para ello, Que se están utilizando el noventa por ciento de las capacidades de Hacienda para perseguir el treinta por ciento del fraude fiscal y solo el diez por ciento de tales medios para perseguir el setenta por ciento del fraude que hacen los ricos, seguro que es así. Ahora bien, es probable que el treinta por ciento del fraude esté repartido en millones de contribuyentes y el setenta por ciento del fraude en pocos miles, y parecería que investigar a millones que defraudan poco porque ingresan menos es más complejo y se necesitan más personas que para  investigar a pocos que defraudan mucho. En todo caso se ha de explicar cómo se prevé hacer tal cosa. Jugar con las palabras del cambio y del recambio es espléndido, ahora hay que explicitar cuáles son las diferencias sustanciales entre el cambio y el recambio, y no en cuanto al relato, sino a las soluciones propuestas. Y cada solución debe llevar aparejada su implementación económica, clara y creíble. Si no es así, la bajada en las perspectivas electorales seguirá; y no solo con el empujón dado por el Sr. Monedero, que ya es una realidad.  Olof Palmer no llevaba escolta, y murió de bala…

 

Barcelona a 27 de abril del 2015.- RRCH

miércoles, 22 de abril de 2015

Maduro para Rato


 

          Nos dice nuestro ministro de relaciones exteriores, más o menos que, la diarrea verbal del Sr. Maduro, presidente de Venezuela, obedece a su interés en tapar sus miserias buscando el clamor patriótico contra España, y seguro que tiene razón. Ahora bien, que el parlamento español contando con la mayoría absoluta del PP se haya metido en hacer apreciaciones sobre el acontecer judicial de Venezuela es, exactamente para conseguir lo mismo. Cuando resulta que Don Rodrigo Rato, emblema del PP,  ex presidente del gobierno español, ex ministros y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional y ex capo de Bankia –todo a instancia del PP-, esté siendo investigado por corrupción con entradas y registros en sus aposentos y subidas al coche policial con la mano de un agente en su nuca  para que no se rompiera la cabeza el marco de la puerta del vehículo; cuando la sede del PP se hizo con dinero ahorrado de la Hacienda Pública; cuando un camión de millones de euros de España han emigrado a Suiza y no han sido devueltos “en caliente”; cuando los tesoreros del PP de los últimos 18 años serán enjuiciados por corruptos; cuando lo más sagrado del patriotismo catalán ha huido a Andorra en bolsas de basura; cuando los ex presidentes socialistas de Andalucía pasan por tribunales de justicia para decir que no se enteraban de cómo se regalaba el dinero de la gente a sus amiguetes y/o a sus subordinados; cuando una ex Infanta del Reino no se enteraba de cómo su marido derrochaba dinero en su propio hogar y por ignorante está pendiente de sentarse en el banquillo de los acusados;  cuando el ex presidente de Baleares está preso y pendiente de ser juzgado por ladrón; cuando el presidente de Extremadura visitaba a su novia en Canarias con dinero público; cuando el ex presidente del Consejo General de Poder Judicial tuvo que dimitir por su querencia a los fines de semanas largos en hoteles de lujo con cargo al erario; cuando cientos de cargos municipales están imputado por corrupción;  es chocante que ahora nos centremos en los desmanes del Sr. Maduro. Y además de chocantes, inútil, puestos que cualquiera con menos coeficiente intelectual del que les sobra a nuestros ilustres mandatarios, podía prever que el Sr. Maduro iba a aprovechar la ocasión que se le brindó. Y se le brindó exactamente bajo dicha previsión. Acertaron. En todo caso no se debe despreciar una interpretación alternativa, tal como que el gobierno del PP, en lo que le resta, efectúe pronunciamientos parlamentarios constantes y habituales en pro de la defensa de los derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia universal, y sin dudas que el próximo llamamiento se dirigirá a Arabia Saudita, puesto que allí las mujeres no tienen derecho al voto, ni a conducir, ni a hacer nada sin el previo consentimiento expreso del hombre, que incluso en casos de urgencia médica les han de acompañar sino no les atienden, y además las decapitan en la calle, legalmente claro. Bueno, igual no se hace por prudencia en respeto de la diversidad cultural, que tampoco todos los humanos somos iguales en derechos. Siempre han de haber unos más iguales que otros, para que existe diversidad y el respeto que se merecen.

 

Barcelona a 22 de Abril del 2015. RRCH

lunes, 20 de abril de 2015

Los niños que matan


 

Desde que los padres y los maestros se convirtieron en amigos de sus hijos y alumnos, lo niños se quedaron sin padres y sin maestros. Ahora que todos somos amiguetes, hemos de presionar para subir las penas bajando la edad para que nuestros amigos menores descarriados vayan a la cárcel, o les metamos en un centro psiquiátrico para que le traten el brote psicótico. Y más policía para que les controlen mientras tanto.  Cada vez tenemos más recursos para atajar  las consecuencias una vez producidas, y somos más idiotas para tratar las causas. Podría ser, es un suponer, que nos hemos perdido el respeto, un concepto en desuso, sustituido por analgésicos tecnológicos que nos permiten conectar con el mundo entero en tiempo real y en perfecta desconexión con el entorno inmediato. La solución que se apunta de bajar la edad para el encierro o descubrir nuevos diagnósticos psiquiátricos con terapias de apartamiento, nos dará unos resultados estupendos cuando los chavales hechos hombre y mujeres se “reinserten” en la sociedad, que les esperará protestando por que salgan tan pronto.

 

Barcelona a 20 de Abril del 2015.- RRCH

viernes, 17 de abril de 2015

ANTONIO VAQUECHUTA, el perfecto.


 


Antonio Vaquechuta siempre se había cultivado, y seguía. De adolescente ya se encariñó con mirarse en el espejo inflando el pecho, escondiendo el ombligo y simulando levantar una viga con los puños apretados. Se miraba la parte interior de sus antebrazos manteniendo la tensión, tanteándose el bulto para calibrar su consistencia. Se subía los calzoncillos para que le resaltara el  paquete de la entrepierna,  luego se aflojaba, respiraba, se acomodaba el pelo, y contemplaba su cara de satisfacción. Años después se aficionó a los gimnasios dándose palizas diarias como si su cuerpo fuera prestado. Y así se hizo un hombre perfecto, daba todas las medidas estándares que leía en las revistas de culturismo, no le sobraba un gramo de grasa ni le faltaba un músculo bien definido. Todo bien y en su sitio, y pronto para conservarlo. La nariz la tenía correcta aunque para su gusto no se correspondía del todo con su cuerpo, le haría falta un poco más de volumen para darle mayor  carácter a su rostro. Se la hizo operar y cuando se le descongestionó desapareciendo el azulado que la contorneaba, se convenció que le habían hecho un buen trabajo y que ésa era la que él quería.  Las orejas que ante no había analizado a fondo, ahora  ya no le parecía que cuadraran bien, mirando una y después la otra la de la izquierda no parecía que estuviera exactamente al mismo nivel, y un poco grandes. Se las hizo operar y en cuanto se las  desenvolvieron concluyó que eran las que él se merecía, un buen trabajo. Nariz nueva y orejas a estrenar para Antonio era una gran alegría. Aunque su mentón siempre lo toleró, en el conjunto desmerecía todos los arreglos, pensó que un poco más afilado hacia delante mejoraría su presencia, y se lo operó. De paso el cirujano le indicó, con buen criterio, que puesto a hacer no le estaría mal sacar un poco de tejido adiposo de la parte de abajo ya que con el tiempo la distensión de  la piel  le haría desaparecer la nuez. Y le convenció. Arreglada la nariz, las orejas, la pera y la papada, se halló con unos bultos que le resoplaban debajo de los párpados, y ahí le metieron un tubito chupón que se los rebajó al ras. Con la faz refaccionada a su gusto se dio varios festines en el espejo haciéndose fotos que ponía en Facebook. Siempre sin descuidar los deberes del gimnasio y las comidas con sus preceptivos complementos para que los restos no se le vinieran abajo. El éxito en las redes sociales fue descomunal, llegó a tener quinientos treinta y ocho mil amigos diseminados por todo el mundo que le daban y le pedían consejos. En un foro sobre la materia estuvo discutiendo varios meses entre entendidos sobre si el cuerpo humano tenía solo seiscientos treinta y nueve músculos o más, algunos decían que más porque no se estaban contando bien todos los de los ojos y que sólo valía la pena trabajarse los estriados puesto que los lisos no respondían a la voluntad. Lo que más interés le despertaba, exceptuando la cirugía estética que consideraba el remedio definitivo, eran los productos alimenticios de última generación para perfilar contornos.  Un día no se sabe por qué, al dejar el espejo en lugar de darse el último homenaje acariciándose el labio inferior con el pulgar, se comenzó a rascar el tronco del pene por la parte de abajo. Y lo que pasa, cuanto más se rascaba más ganas tenía, y en ello se le cruzó la duda que igual había conseguido ser un perfecto  idiota, y lo que realmente necesitaba era trasplantarse el cerebro para dejar de concebir pavadas. Se puso en internet y encontró una página que ofrecía trasplante de cerebros garantizados por treinta y cinco años y un día, con respaldo de una compañía de seguros y reaseguros con sede en Suiza y sucursales en las capitales de los países más desarrollados. Lo mejor de la oferta, que le conservaban el suyo por si el trasplantado fallaba o se aburría de usarlo, y además ellos mismos le gestionaban una hipoteca sobre su casa para pagar el evento, con devolución del capital en trescientas sesenta mensualidades consecutivas, con interés variable referenciado al euribor más un diferencial del cero cinco  por ciento, sin comisiones de estudio ni de apertura, cero por ciento en caso de cancelación anticipada y con disposición en cuenta  a los cinco días de firmar los papeles. Luego le harían los análisis y las pruebas para registrar sus signos vitales que debían encajar con el cerebro nuevo. Una vez decidido, la espera no debía ser superior a quince días, puesto que la empresa ofertante disponía de un banco de cerebros frescos, congelados, y  otros en pleno funcionamiento en cuerpos vivos con opción de adquisición y primas pagadas por anticipado. La primera pregunta que al días siguiente le asaltó su mente fue la de saber si el cerebro nuevo no iba a parir las mismas tonterías que el suyo. Lo preguntó y le respondieron que eso era del todo imposible, tanto que disponía de seis meses para devolverlo si no le convencía, y que en todo caso ellos contaban con concienzudos exámenes sobre el coeficiente intelectual de cada producto, certificado ante notario, con dictamen de idoneidad efectuado por profesores de las mejores  Universidades del mundo, expertos en psicología, psiquiatría, antropología, biología, etnología y tauromaquia. Antonio Vaquechuta no se pudo resistir, se imaginó tener en mejor cerebro de todos los cerebros del mundo, poder contestar con soltura, aplomo y confianza cualquier cosas que sobre cualquier cosa cualquiera le preguntara; convencer al más severo y recalcitrante  para hacer lo que él quisiera, se vio siendo el amo del mundo, un gran señor seductor que conseguiría  todo lo que se propusiera, podía ser político, presidente, o consejero delegado de la empresa que más cotizara en la bolsa de Nueva York, tener tantas mujeres de las que aparecían en las revistas  como nunca había soñado. Se sometió a la operación y fue todo un éxito, no le quedó ni la cicatriz. Se conoce que abordaron la intervención sacándole una tapa del cráneo de la parte de arriba después de despellejarle el cuero cabelludo desde la nuca, le quedó un hilito casi imperceptible debajo del pelo. En cuanto volvió en sí lo primero que le llamó la atención fue la voz, y sin el más mínimo pudor ya se dijo a si mismo que la tenía tan aflautada y atropellada que daba asco escucharse. Lo malo fue cuando se miró al espejo, pegó un grito, diciendo que tenía un cuerpo igual a los desgraciados que se machacan en el gimnasio cuatro o cinco horas por día, y se pasan largo rato mirándose al espejo y el resto de la vida comparándose con otro. No entendía muy bien cómo no se había muerto con los cinco tiros juntitos que le habían dado en el pecho. Se encaró a la enfermera para que viniera el jefe y le explicara qué le habían hecho para cambiarle el cuerpo, y que dijera lo que dijera les pondría un pleito a todos por haberle tenido haciendo gimnasia pasiva mientras estuvo inconsciente por la anestesia, y que le trajeran la gafas porque no podía ser que se viera tan ridículo. Inmediatamente apareció una psicóloga que hablándole cariñosamente le invitó a que se tranquilizara que tenía que explicarle en qué había consistido la intervención, se sentó la miró, y la mujer sin más miramientos le dijo que le habían trasplantado todo el cuerpo porque el suyo había quedado inservible. Que el cuerpo nuevo que tenía era de uno que lo había cuidado muy bien y que para conservarlo en igual estado tenía que seguir unas pautas muy concretas de mantenimiento. Lo primero que quiso saber era de qué había muerto el dueño del cuerpo, y la otra le dijo que de nada, que no había muerto solo que el dueño llamado Antonio Vaquechuta decidió trasplantarse el cerebro después de firmar un montón de documentos y asumir el coste de la operación mediante un crédito hipotecario al cual él por haber sido beneficiario del cuerpo tenía pagar las trescientas sesenta cuotas mensuales que restaban. El hombre cuando oyó aquello resaltó contundentemente  que él se llama y se llamó desde que nació Leopoldo Herrando Fallarás, y que ni firmó ni piensa subrogarse en ninguna deuda ajena y que ya podían echarles encima toda la tropa de abogados que quisieran. La psicóloga para tranquilizarle le dejó caer que no solo los papeles estaban firmados por él, que no se llama Leopoldo sino Antonio, ni Herrando sino Vaquechuta, y como científicamente conocían que por el cambio de cerebro podrían producirse  modificaciones en la firma, le habían tomado las huellas digitales y una muestra de ADN ante el mismo Notario con el que firmó las escrituras,  con lo que no temían enfrentarse a ninguna dificultad para acreditar su identidad. El hombre se puso tenso, mantuvo la respiración un rato, y preguntó si le podían dejar los papeles que firmó. La psicóloga  que ya los tenía se los deslizó suavemente. El hombre miró sin demasiado detenimiento la firma que no se parecía en nada a la suya, descubrió la cláusula suelo en el cinco por ciento y el techo en el cuarenta y dos, y cuando llegó al apartado que le permitía devolver el cerebro, dijo que como él era el Sr. Vaquechuta según correctamente le habían expuesto, y en base a que dice el papel que puede rechazar el cambio si no le gusta el cerebro que le encajaron, acogiéndose a dicho pacto decide que se lo quiten y le pongan el que tenía. La dirección del centro de trasplantes se reúne en comité, acuerdan asumir lo pactado y ejecutarlo. Antonio Vaquechuta cuando despierta, se incorpora y se planta ante el espejo, tensa su musculatura, se la palpa y concluye que ha perdido maza. Y se va al gimnasio.

 

Barcelona a 17 de abril del 2015. RRCH

miércoles, 15 de abril de 2015

Cristina Fallarás y las putas.



          La señora Fallarás publicó hoy en El Mundo un artículo que tituló: “La puta economía de Albert Rivera”, y como la mayoría de personas bien-pensantes, se afana en valorar vehementemente lo que debe ser, dejando al margen lo que es, y lo que viene siendo desde el inicio de los tiempos. La legalización de la prostitución, o el dejarlo como está torciendo la nariz y mirando para otro lado, es una cuestión que levanta ampollas, especialmente dentro de los grupos humanos que se sitúan fuera del colectivo que sufre la ilegalización o la alegalización. Y lo que ya resulta incomprensible es que los sectores de la izquierda hayan puesto el grito en el cielo cada vez que alguien osa poner sobre el tapete éste asunto, cuando resulta que ellos jamás han propuesto nada en relación a ese colectivo invisible de mujeres que no lo quieren mirar. Disto mucho de comulgar con la inmensa mayoría de planteamientos del Sr. Rivera, lo que no impide que apoye éste concreto. Cosa distinta será, en su caso, cómo y de qué manera se propone abordar la legalización de la prostitución. Aún sin saberlo, o precisamente por ello, no parece que de su propuesta inicial se proponga legalizar el proxenetismo, ni el comercio de seres humanos o la explotación de niñas para el comercio sexual, como la Sra. Fallarás le achaca mediante una embestida personal absolutamente insostenible. Acepta la Sra. Fallarás que al menos un número menor de mujeres que ejercen la prostitución lo hacen por su propia voluntad, y añade que aun así de ello no se deriva que sea algo bueno, ni deseable, ni aceptable en nuestra sociedad. De acuerdo. Pero es de suponer que lo que el Sr. Rivera intenta regularizara legalmente es exactamente el ejercicio voluntario de dicha actividad, puesto que el forzado por otro,  es y seguirá siendo perseguible penalmente. Cuando se propone la legalización de las drogas nadie dice que el consumo sea bueno ni que se haya de forzar a los niños para que se droguen aunque no quieran, se persigue precisamente el mal menor, puesto que el mayor: las mafias y la explotación no se ha conseguido con la ilegalización. No parece que el Sr. Rivera ni las demás personas que consideramos un acierto regularizar la prostitución normativamente tengamos la voluntad de promocionarla, si acaso sí de paliar los efectos perniciosos de la explotación que enriquecen a los que de ella se lucran. La Sra. Fallará en su delirio moralista le pregunta al político si él consideraría un buen oficio para las hijas de él, que se hagan putas legalizadas. La pregunta es estúpida porque ya sabe la respuesta: no. Tampoco le parecerá bien que sus hijas sean jornaleras del campo en las vendimias de Francia, ni limpiadoras de la mierda de los ricos, ni peonas de la construcción, ni picadoras en una mina, ni que tengan que emigrar para buscarse las habichuelas. Claro que toda voluntad en el ejercicio de cualquier actividad está mediatizada por la necesidad, especialmente si hablamos de las citadas. O, acaso las empleadas domésticas y todos los que se rompen el culo trabajando de sol a sol por una miseria, ¡lo hacen por vocación! Seguramente en ello hay menos vocaciones que en ser putas. Lo que sucede es que a los que se matan por poca cosa dejándose la piel en la faena les consideramos de los nuestros y nos dolemos por ellos, y a las putas no. Ellas son otra cosa, no sabemos qué cosas son, pero cosas. Las preguntas la Sra. Fallarás debería hacerla a las mujeres que ejercen dicha actividad y posiblemente le pedirían que le ofrezca un oficio mejor mirado, pero que mientras tanto no se les proporcione, al menos que las mire, que están ahí sin derechos. Cuál es el pecado señora, que a las mujeres como usted que se dedican a lo que usted no se dedicaría, tengan seguridad social, derecho a las baja por enfermedad, a la incapacitación por enfermedades profesionales, derecho a la jubilación, derecho a ser protegidas contra los abusos y el maltrato de sus empleadores y clientes, derecho a que los bancos le den crédito, derecho a hacer uso de los beneficios de su actividad de forma legal pagando los impuestos correspondientes. ¿Dónde está el pecado señora? ¿Le parece mejor que tengan que esconderse para que ni usted ni la policía les vea? Y no me venga con el cuento que la prostitución se elimina con educación y protección social. Primero, porque hay tantas putas con título universitario como analfabetas, ya sé que a las ilustradas le llaman de otra manera más elegante y hasta salen en la tele, y seguramente a ellas usted no se refiere; segundo, porque en dicha profesión “prohibida” las que destacan un poco ganan mucho más dinero y con menos sacrificio  que las trabajadoras legales, y tercero, porque habrá algunas al menos que quieren hacer con su cuerpo lo que les da la gana y no tener que pedirle la limosna lastimera a los servicio sociales después de dar mil explicaciones y rellenar un montón de formularios.  

Barcelona a 15 de abril del 2013, RRCH

martes, 14 de abril de 2015

¿Te moriste Galeano?


 

¡La pucha, ché Galeano, te moriste nomás! Vos sabés que, desde que ayer vi en los diarios que te habías muerto, se me empezó a pasar una película por la cabeza de cuando era gurí. Más o menos allá por los primeros años setenta: cuando tiré la bicicleta de apuro en la cuneta de la puerta de mi casa en el Barrio las Canteras de Isla Mala. Había venido del pueblo sujetando el manubrio con una sola mano porque llevaba el sobaco del otro brazo apretado, en medio, Las Venas Abiertas de América Latina que me habían prestado. Aquel libro era una cosa loca, no tenía ni idea qué decía, pero me había impresionado lo que de él contaban los demás. Hasta puede ser que quién me lo dejó no se lo hubieran leído, pero tenerlo ya implicaba ser corajudo, por la fama, y porque los milicos ya se habían puesto a mandar. Decían que habían jodido a uno porque le encontraron en su casa papeles sobre el cubismo, se trataba de las pinturas de Picasso, pero los animales aquellos lo emparejaron con Cuba, y…  En aquella época Galeano, estábamos todos asustados, estaba a la última moda los plantones, las picanas, las desapariciones y las palizas por las dudas; Pacheco Areco, las “medidas prontas de seguridad”,  Bordaberry, y la milicada ya sin tapujos para vencer a los Tupas y acabar de paso y adrede  con todo lo demás.  Me lo leí todito, che. Y desde aquella leída me entusiasmé con la historia. Creo que en la contratapa había una frase tuya que decía más o menos que, la historia era un profeta que miraba para atrás, y  por lo que fue  y en contra de lo que fue, anunciaba lo que iba a venir; y con esto embocaste. Años después sé que vos mismo dijiste que cuando los escribiste no estabas muy ducho en historia, economía y otras de las yerbas que pusiste en el papel, y seguro que tenías parte de razón, igual chamboneaste un poco al juzgar los siglos catorce y siguientes con los criterios morales y sociales  que habíamos adquirido en el siglo veinte, pero con eso y todo, el libro fue un descubrimiento para el gurí que yo era y para otros muchos, y un empujón para que siguiera mirándome la historia. Por ahí comencé a interesarme por lo que aún me importa. Me acuerdo que el primer susto me lo pegó Bassetti, que vendía El Popular, y un día apoyado en la alambrada que dividía el solar de mi casa del camino, dijo así nomás: “nosotros los comunistas”; aquello me dejó paralizado, había confesado ser comunista, algo insólito. ¡¿Y si lo escucha alguien?!  Todos decían que Bassetti era medio comunista, ¡pero que lo dijera él! …  Como vos sabés de sobra, el pobrerío podía ser colorado o blanco que para eso había libertad, y todos los que no eran una cosa o la otra: la misma cosa, eran comunistas, peor que apestados, mucho peor, porque si venían los comunistas nos quitarían todo para repartir, y eso era terrible. Teníamos una casa de medio ladrillo asentada en barro con techo de chapa, cielorraso de bolsa de arpillera blanqueada con cal, piso de tierra, pozo negro con excusado al lado, pozo de agua, un farol de queroseno a mecha, terreno para los boniatos; mi viejo peón de tambo de lunes a lunes y en los ratos libres a dar vuelta tierra y a arrancar la gramilla; ¿repartir?. Superado aquel julepe, me atreví con el libro tuyo. Nunca me hice comunista aunque no me escapé que me acusaran de serlo, y seguro que vos tampoco. Me mantuve en aquellos años y me mantengo sin dios y sin partido que me digan qué he de opinar, y sigo aguantando.  Y te lo agradezco Galeano. Como también todo lo que has dejado dicho para los nadies. Puede que a unos les parezca que lo que ponías y decías de palabra no sirva para mucho, pero ché, es como aquello que dijiste de la utopía, que en cuanto te quieres arrimar ella se separa la misma distancia, y que nos hace andar. Y de andar se trata, y mejor si uno patea los caminos con la conciencia tranquila por al menos haber indicado lo que no vale un real y fijarse en lo que la mayoría no ve por ir mirando ladeado; y poder decirles: ¡guarda carajo!.

Galeano te digo la justa, no tengo ni idea de qué le pasa a un cristiano cuando estira la pata y se va para los pinos, no sé cuál es la suerte de los muertos, si es que tienen alguna. Pero en cuanto a los que vamos aguantando vivos, y hasta puede ser que los que nazcan después, te vamos a echar de menos. Y allá en el Uruguay muchos nadies y remediados, se acordarán de vos, y hasta puede ser que te hagas rico después de finado y Las Venas Abiertas sigan pulsando vida, allá en Iberoamérica, para que encuentren querencia marchando juntas la libertad y la justicia, dos cosas que decías vos, que marchan juntas o no marchan. Libertad y justicia marchan juntas o no marchan. Bueno, si los muertos escuchan, que por decirlo no pierdo nada, ¡adiós compañero!. No sé si tomabas mate, si lo hacías, dale nomás, y sino empesá.

 

Barcelona a 14 de abril 2015, RRCH.

lunes, 13 de abril de 2015

EDUARDO GALEANO.-


 

 
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Par eso, sirve para caminar”.

 “Las prisiones y los fusilamientos en Cuba son muy buenas noticias para el superpoder universal, que está loco de ganas de sacarse de la garganta esta porfiada espina. Son muy malas noticias, en cambio, noticias tristes que mucho duelen, para quienes creemos que es admirable la valentía de ese país chiquito y tan capaz de grandeza, pero también creemos que la libertad y la justicia marchan juntas o no marchan”.

 “La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será”

       
        Eduardo Germán María Hughes Galeano.-

 
Barcelona a 13 de abril del 2015, RRCH.