martes, 3 de mayo de 2016

PODEMOS Y LOS MEDIOS.-

 
          Todos los medios de comunicación son empresas, y por tanto tiene los mismos objetivos que cualquier entidad mercantil, uno instrumental, consistente en hacer atractivo su producto para que sea comprado por el consumidor, y el final, centrado en la consecución de beneficios económicos. Cuando los medios de comunicación son públicos sus objetivos siguen siendo los mismos; si quieren competir con los medios privados tienen que hacer atractivo su producto, sin perder de vista que el resultado de la venta revierta en beneficio del partido político que domina la cosa pública, hasta hoy compuesto por  la clase dirigente que integra a los grandes empresarios, Pablo Iglesias supo explotar muy bien la finalidad instrumental de los medios de comunicación, consiguiendo que éstos le utilizaran para diversificar el espectáculo del producto puesto a la venta, que no era precisamente sus ideas, y menos las de Podemos. El concepto de la casta le resultó atractivo a la propia Casta, modernizó su lenguaje adicionando palabras supuestamente nuevas, como “postureo” y otra vainas de distracción, y lejos de causarles daño les benefició  en su  adaptación camaleónica. Es cierto que la manipulación de las informaciones en contra de Podemos es un hecho; ¿pero es que alguien esperaba que fuera de otra manera? Cuando salen los papeles de Panamá, el diario El País publicó que aparecían en ellos personas cercanas a Chávez, y es evidente que éste, Maduro y Venezuela se va a identificar con Podemos, para eso se hace, máxime cuando desde el criticado no surge ninguna reacción crítica ante la deriva del gobierno venezolano. Y es lógico que cuando aparece publicado que la ex esposa de José Luis Cebrián estando aun  felizmente casada con él,  tenía cuentas por ahí, distanciadas del erario español,  Cebrián, yendo en contra de todo lo que ha dicho cuándo lo que decía era atractivo para vender, ahora eche fuera  a los periodistas que abrieron la boca sin permiso  e impide que cualquier persona del Grupo Prisa tenga contacto profesional con los difusores de sus vergüenzas, Es lógico que  ninguneé a los medios privados económicamente más débiles, y les ponga querellas. Bueno, pero el hombre vuelve a su entorno, a los suyos, ¿dónde sino? La única manera que el consumidor de información no sea arrastrado como enganchado de un ojo a donde  los proveedores de la información quieren situarle, es que tenga capacidad crítica, y para dotarse de tal instrumento se requiere el mínimo de formación que la llamada casta, siempre, como es natural, impedirá. La desinformación, o la saturación informativa dirigida a impedir su digestión por el receptor, es la principal basa para el control de la opinión y del voto.  Si la casta no hubiera conseguido, como consiguió, que Pablo Iglesias exteriorizara todos sus sentimientos mesiánicos, su personalismo excluyente, su porte de niño empollón repelente y consecuentemente ingenuo, podía haber conseguido en su entorno un movimiento social crítico con el que desarrollar una dinámica  verdaderamente alternativa a la casta. Pero esto no se logra en un año, hay que invertir tiempo. La pretensión de vencer a la casta a corto plazo y mediante el espectáculo, además de ser una temeridad propia de mercachifles, fue un fraude a la buena fe de mucha gente. No se puede pasar en un santiamén de no querer unirse con Izquierda Unida para no romper la transversalidad de “ni de izquierda ni de derecha, sino los de abajo contra los de arriba” para luego sumar votos teóricos a la desesperada y decir que ahora  sí; no se puede sacar lo de la cal viva y la mala herencia de Felipe González y ahora decir que hemos de ser menos agresivos y contar con el PSOE; no se puede poner como condición fundamental referéndum de autodeterminación para la independencia y luego decir que hay que integrar. Posiblemente si lo de integrar se hubiera puesto primero lo del referéndum no hubiera sido una opción. Lo más desgraciado es que Rajoy como peón práctico de la casta, sin hacer nada más que observar cómo Iglesias se hacía el machito frente a Sánchez y Rivera, tenga ahora  iguales o mejores perspectivas de votos para las próximas elecciones, que las que tuvo el pasado 20 de diciembre. Pero bueno, ahora podemos empezar nuevamente con el derecho a decidir sobre si unos se independizan de otros o no, sobre quién será el vicepresidente del gobierno, en qué parte del hemiciclo se sientan, si llevan bebés o no, si usan rastras o no, si se arremangan las camisas o no, si se ponen corbata o no, si declaran los impuestos como personas físicas o ahorran interponiendo a tiempo una sociedad mercantil, si se le elogia el abrigo de piel a una periodista ante una pregunta incómoda, o si, cómo, con quién y hasta cuándo se hacen grupos parlamentarios para optimizar subvenciones. Mientras a la casta se le pretenda trascender con espectáculos efectistas, ellos se cagarán de risa y le haremos más fuertes. Cuando además de las ocurrencias cortoplacistas se aporten propuestas de cómo y de qué manera evitar la exportación de dinero público a países que disponen de una cultura fiscal diferente; cuándo se dignen en valorar formas legales y eficaces para evita la corrupción, incluyendo la propia; cuando se proponga públicamente y de forma entendible qué reformas constituciones se pretende y con qué fuerzas parlamentarias se cuenta para ello; cuando se proponga una distribución de la riqueza en paralelo con la distribución del esfuerzo sin sopa boba populista; cuando se expresen ideas de cómo integrar distintas culturas valorando lo que nos une y no tanto lo que nos separa; cuando las ideas sean valoradas por lo que son  y no por quien las publicita, entonces puede ser que podamos.
Barcelona a 3 de mayo del 2016. RRCH

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