Hace unos pocos años habría parecido
inverosímil que un país europeo que desde fuera entró en la Unión contra viento
y marea superando aquello de que Europa acababa en los Pirineos, después de
conseguir de forma incruenta que los Procuradores en Cortes del franquismo en
contra de toda probabilidad se suicidaran políticamente para con ello dar
entrada a una democracia parlamentaria, cuarenta años después esté como está.
España, hoy está siendo gobernada por un gobierno “en funciones” que tiene como única tarea disimular la corrupción destapada
más infamante que se conoce, al tiempo que la va reproduciendo para conservarla;
y que se le escapa a chorros como agua entre los dedos. La indignidad del
Partido Popular y todos sus secuaces es evidente. Y por conocida, descontada. Y
ello es una desgracia para este país, que además al parecer tiene como futuro,-en
lo que ahora se ha dado en llamar gobernanza-, que en unas terceras elecciones
los peperos aún saquen más votos o
más diputados o más de los dos. Ante tal siniestro futuro político podríamos
decir que la mayoría de los españoles son gilipollas, tontos del culo o que les
gusta que les jodan, pero quizás sería una conclusión demasiado ligera o
demasiado fácil. Habríamos de preguntarnos porqué una mayoría relativa de
españoles eligen ese camino, o qué ha hecho que la mayoría relativa de los españoles se
conviertan en una majada de ovejas y carneros. Y a lo mejor, o a lo peor, ello
se deba a que los presuntos liderazgos de la izquierda están compuestos por niñatos y
niñatas inútiles con ambiciones tal
nimias como el salir en las fotos, o hacer discursitos de mierda recordando el
pasado que no vivieron para mantener mientras tanto su presente cómodo. Mirado
desde esa otra perspectiva, igual resulta que no toda la culpa es de los peperos, ni de la gilipollez de los
españoles, y sí de la ineptitud de los partidos de izquierda que por único patrimonio
mantienen el nombre; ideas no tienen y si algunas les vienen de prestado se la
guardan por no molestar. Así no podemos.
Barcelona
a 14 de septiembre del 2016. RRCH.
No hay comentarios:
Publicar un comentario