martes, 6 de septiembre de 2016

Rufián, ERC.


 

    El Sr. Rufián como diputado representante de Esquerra Republicana de Catalunya en la  última cesión de investidura del candidato Rajoy, lanzó una serie de preguntas retóricas, y una de ellas era: ¿Por qué el independentismo catalán  es Pujol, 3% y sedes embargadas y ustedes el unionismo español no son Rato, EREs y Gürtel?. No le fue contestado, ni él lo pretendía,  pero se podría responder de la siguiente manera:

a.- Porque una parte importante de los líderes políticos que promovieron y promueven el independentismo en Catalunya, vienen del pujolismo, artífices de las mordidas del 3% o más en prácticas corruptas, y de ello pudo derivarse que los jueces hayan embargado las sedes a Convergencia Democrática de Catalunya, partido que creó Pujol y dejó en herencia a su hijo político Sr. Más, y este hizo el tránsito desde el catalanismo al independentismo.

2.- Porque desde el escándalo de Banca Catalana de hace unos 30 años, Pujol y sus acólitos se envolvieron en la bandera catalana para esconder sus responsabilidades y de paso crear un sentimiento nacionalista catalán y antiespañol como parapeto.

3.- Lo anterior, no implica que el independentismo catalán se refleje solo en tales hechos, existen otras motivaciones  convenientemente brindadas por los unionistas. Todo nacionalismo –catalán o español- necesita crear un enemigo externo para coleccionar ofensas al tiempo que lucen su patriotismo de salón.

4.- Muchos unionistas españoles no se identifican (ellos) con Rato, EREs y Gürtel, ni con otro múltiples y diversos caso de corrupción judicializados, aunque son compatibles con tales escándalos surgidos en sus filas y aprovechando la ocasión que sus cargos públicos le propiciaba, tan compatibles como muchos independentistas catalanes y tampoco (ellos) se identifican con tales acciones y actitudes.

 En la formulación de la pregunta el Sr. Rufián deja caer, que el unionismo español es asimilable a Rato, EREs y Gürtel. Que es lo mismo que decir que España es el reflejo de la acción de sus representantes políticos dimanantes del PP y del PSOE. Con lo cual el Sr. Rufián con su pregunta acusa a los unionistas de las mismas afirmaciones contrarias que a él le ofende, y de paso identifica a los países con la corrupción de los representantes circunstanciales que tienen De ahí que acusados y acusadores son el mismo perro con distinto collar.  Los unionistas tratan de identificar con la corrupción a los independentistas catalanes, y éstos identifican la corrupción con los unionistas.  Con ello, para unos todos los independentistas son corruptos y para otros todos los nacionalistas españoles también lo son. Mientras tanto nada hacen para evitar la corrupción, más allá de negar su existencia en su casa al tiempo que muestran la de la casa del otro. Visto desde esta perspectiva ambos tiene razón, el pujolismo ha gobernado Catalunya más de dos décadas y desde la existencia de las Autonomías siempre han sido fuerza política preferidas de los catalanes -interín en el que aquellos se han forrado-, y si a sabiendas de sus desmanes los catalanes  les votaban son corresponsables; igual de corresponsables serían el resto de españoles si votaron a los Rato, Barberá, Matas y un largo etcétera, a sabiendas de sus acciones corruptas en pro de intereses personales y en detrimento de los públicos. Pero cabe otra opción: que a los catalanes les haya engañado el nacionalismo independentista catalán y que a los españoles le haya engañado el nacionalismo unionista español. ¿No será así? Las banderas suelen ser el estandarte de los amos para que sean defendidas por los sirvientes,  y éstos lo pueden hacer con tal vehemencia hasta  llegar a hacerse matar y matar, mientras los amos festejan. Cuando se carece de razones objetivas y se quieren ocultar los intereses inconfesables de las élites que mandan, es un buen remedio  acudir al sentimiento irracional incentivado con banderas y un relato simplón resaltando  el victimismo. No solo de pan viven las personas, especialmente cuando tienen pan, y conseguir el adormecimiento intelectual  de las masas es tarea sustancial del nacionalismo: su modus vivendi, y un buen escondite para los pecados de "los nuestros". El Sr. Rufián, y desgraciadamente muchos otros, se van empleando a tiempo completo  en estas artes, y curiosamente al unísono que  denigran las corridas de toros se especializan en torear a los españoles, engañándoles con un trapo para que caigan de rodillas y devolverlos a los chiqueros. Rufián no tiene pose de torero, sus gestos se asimilan más a los guapos pendencieros de las películas norteamericanas de serie B, pero va teniendo buen tirón mediático, seguro que su madre está orgullosa del nene, tanto o más que sus jefes.

Barcelona a 6 de septiembre del 2016. RRCH.

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