Es más
que probable que las agallas que muestra Pedro Sánchez ante la adversidad, no
tenga más motivaciones que salvar su propio culo. Pero todos los demás sublíderes
del PSOE que le están barriendo el suelo debajo de sus pies, que son casi todos, tienen idénticas
motivaciones pero sin agallas. Si éstos quieren que el PSOE posibilite el
gobierno del PP con Rajoy a la cabeza tienen que decirlo, y luego decir si
también quieren apoyar a Rajoy en la aprobación de los Presupuestos, y apoyar a
Rajoy en sus planeamientos sobre las controversias en la organización
territorial con el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, y apoyar a Rajoy en
los recortes a la economía y a las libertades de los de abajo, y de paso
tendrán que exponer qué motivaciones en
contra del PP mantienen para no integrarse en el PP. Cierto que hoy por hoy
Sánchez no ha hecho ninguna propuesta con cara y ojo para resituar al PSOE en
la Izquierda, ahora bien los contras tampoco han hecho nada, salvo insinuarle a
Sanchez lo que ellos no quieren que Sánchez haga. Oído hoy a Sánchez, y en esa
desagradable posición de seleccionar el menos malo, en tanto que no hay otro
remedio, al menos Sanchez pareció corajudo; menos da una piedra. Así pues, se ha de esperar a que, los que gritan desde
atrás del empalizado salgan a la plaza. Entre ellos, también debería salir el Sr.
Iglesias de Podemos que ahora defiende a Sánchez, aunque cuando le toque
preferirá que siga Rajoy, él contra Rajoy vive mejor. Las terceras elecciones
puede ser un mal, pero se supone que no serán las últimas; habrán más.
Barcelona
a 27 de septiembre del 2016.- RRCH
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