jueves, 29 de septiembre de 2016

Hubo en España...


Hubo en España un viejo partido político socialista y obrero, que ya siendo centenario consiguió arropar a la gente, que años atrás huían con una maleta de cartón atada con piolines, sin más herramientas que sus manos encallecidas y sin otra esperanza que subsistir como emigrantes pobres y vencidos. Ese partido que hubo, consiguió repartir la riqueza con algo más de justicia, darle a la gente posibilidades de curarse gratis, de ir a la escuela y la universidad, de transitar por caminos menos poceados, y hasta de mirar a los señoritos a los ojos, sin tener que sujetarse la boina entre la piernas y retirarse reculando. Lo hubo. Los hijos de aquellos fueron creciendo con yogurt, chocolate y pan de molde en la holgura que los viejos conquistaron con sangre, sudor y hambre. Lo retoños nuevos asistieron a la universidad, y hasta algunos aprendieron a hablar en inglés como lustre imprescindible para disimular la ausencia de los principios básicos que nunca asimilaron, se hicieron profesionales en el uso de la palabra y muy mañosos para emular a los contrarios compartiendo con éstos las ventajas de sentirse arriba. Y se acostumbraron a superar el vértigo sin mi mirar para abajo. Y cambiaron, como cambió el Isidoro aquel que ilusionaba multitudes, y que dejo de hacerlo: cambió de mujer, cambió de casa, multiplicó el salario por número de dos cifras y sentó en la mesa de los mismos que en su día combatió, y echó papada, y se puso a decir bobadas para no aburrirse al hacerse rico. Hubo un partido en España  que era socialista y asombró al mundo, pero ya no está. Sus siglas sin contenido se las disputan individuos desprovistos de ideas, desprovistos de corajes, desprovistos de la cualquier honorabilidad, y que solo pretenden mandar sin que se les vea para no ser salpicados por las desventuras del mando, quieren estar en el poder mediante intermediaros que hagan los que ellos piensan que se ha de hacer, pero sin decirlo para no tener que asumir la responsabilidad de cualquier fracaso. El gallinero del PSOE se ha llenado de zorros dispuestos a darse dentelladas los unos a los otros  para comerse al último gallo que queda en el corral, y lo más desgraciado de estos desgraciados es que quieren salir del gallinero sin picotazos como si fueran conejos espectadores. Zorros en piel de conejos. Conejos sin audacias para ser zorros, mamones. Y no se ve repuesto que arregle lo que se rompe. Los que se ofrecen solo compadrean siendo figuras de  exhibición, atados  por  sus creencias  de guapos bocones que se ahogan con su baba si no escupen al de al lado. Hubo una vez en España, y habrá que empezar de nuevo. Empezar de nuevo hablando bajito y que se entienda todo, sin florituras, haciendo lo que se dice, y viviendo sin las necesidades propias de la incoherencia. Habrá que ir haciendo camino al andar…

Barcelona a 29 de septiembre del 2016. RRCH

1 comentario:

  1. Ningún comentario. Yo no podría decirlo mejor.
    Podríamos agregar otra dimensión y decir que estos dirigentes de hoy, son los retoños de ayer, los hijos de aquellos que supieron orientar a la sociedad por el camino de la construcción colectiva con dignidad. ¿Que salió mal? Es nuestro deber hoy encontrar la respuesta para no repetir la historia.

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