Su clamorosa incapacidad
ayer se evidenció. Salvo naturalmente que en su fuero interno desee que los
catalanes se independicen. Ni en sueños
los separatistas pudieron concebir que la cosa le saliera tan bien. Para Rajoy
como la cosa era ilegal la cosa no pasó. ¡¡Que se joda la realidad!! El
presidente del gobierno español ha acreditado ser tan lerdo como se le presumía
en atención a su historial de distraído. No se enteró, a pesar que se lo
dijeron en castellano, catalán, inglés y francés, que el 6 y 7 de septiembre cuando
el Parlamento Catalán ya declaró la independencia unilateral, con la ley del
referéndum y la de desconexión, y por si no le quedaba claro al presidente,
luego le dijeron que ellos se pasaban y se seguirían pasando por la entrepierna
las leyes españolas y lo que dijera el Tribunal Constitucional y demás jueces.
Y sin que el lerdo presidente se enterara hicieron exactamente lo que habían
prometido; si ahora declaran solemnemente la independencia o esperan un ratito,
no es nada trascendente, de facto ya lo han hecho. Para mayor gloria de los
líderes separatistas, el presidente español, le proporcionó lo que más les
hacía falta: las fotografías de la policía pegándole a los que fueron a votar.
Con ello taparon que lo del referéndum era y fue una farsa encaminada a
soliviantar los ánimos de la gente, y Rajoy le dio una manita que les vino como
añillo al dedo. El referéndum siempre fue una excusa, lo importante era lo que
ya habían hecho el 6 y 7 de septiembre. No tiene ninguna importancia que no
hubiera un censo electoral, que no hubiera junta electoral, ni delegados de
mesas, que las urnas opacas ya llegaran cargadas, ni que el recuento de votos los hicieran los
separatistas, y que se pudiera votar las veces que el interesado creyera
oportuno. La cosa estaba en echarle la gente encima para que Rajoy picara
haciéndose el macho y quedando como un bruto. Durante los años que han gastado
los separatistas para manipular a la gente mediante una lluvia fina de mentiras
que les caló, Rajoy estaba esperando que se bajara lo que él creía que era un
suflé fumándose un puro mientras veía el ciclismo y el fútbol. Pero no se
enteró que como estaba cantado, los Mossos d´Esquadras, por más que tuvieran
las competencias de policía judicial, no iban a cerrar los colegios electorales,
y que cuando éstos ya estuvieran bien tomados por una muchedumbre organizada
por Ómnium y la ANC, subvencionadas con el dinero de todos, ellos le pedirían
“auxilio” a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, para que se quemaran,
como se quemaron. Y no importa que a un
policía le reventaran una silla en la cabeza, y les tiraran piedras, los autores
defendían la democracia pacíficamente. Gracias al lerdo de Rajoy los cuerpos y
fuerzas de seguridad del estado, quedaron en ridículo dando la apariencia que
estaban invadiendo un territorio ajeno a España y se cebaban con los indefensos
invadidos. Todo el prestigio que en las últimas décadas había acumulado la
Guardia Civil y la Policía Nacional la perdieron en unas horas. Tampoco se
enteró Rajoy que los que ayer salieron a la calle, no todos querían separarse
de España, muchos solo se querían separar del PP; y no se enteró tampoco que
los que no fueron a las votaciones tuvieron que hacer un esfuerzo intelectual y
emocional importante para diferenciar lo que es el Estado español de lo que son
los inútiles personajes que ahora lo ocupan. Dentro de los supuestos
separatistas hay muchos que únicamente desprecian la política del Partido
Popular, y como no encuentran a otras formaciones que propongan concretas
soluciones al separatismo, se unen a ellos para expresar el asco que les
produce la política pepera. Ese asco muchos lo compensaron con el mayor asco
que les produce el cúmulo de mentiras de los separatistas. Ahora Rajoy está
esperando que los separatistas hagan la declaración solemne de independencia,
que la harán o no, dependiendo de lo que les convenga. Controlar el espacio
aéreo, controlar el territorio y las aguas territoriales, mantener las
autopistas, coordinar la seguridad social y las pensiones, los registros
civiles, los de vehículos, los registros mercantiles, crear un cuerpo de jueces,
fiscales e inspectores de hacienda, y una policía militar o un ejército para
hacerlo cumplir, cuesta mucha pasta sin Fondo de Liquidez Autonómica, al tiempo
que vayan tratando de colocar fuera de la UE los productos que no compren los
españoles, sin contar con las multinacionales que en 24 horas establecerán su sede
social en Madrid para no verse perjudicada económicamente. Bueno, también es
verdad que la familia Pujol igual concluyen que “ahora toca” repatriar las
bolsas de euros que guardaron en Andorra, Suiza y demás paraísos fiscales,
seguramente previendo tal venturoso evento de la patria nueva: si reaparece lo
acumulado con el 3% de coima, mordidas y comisiones, los catalanes se apañarán.
Si los separatistas lo dejan para después -lo de declarar solemnemente la
independencia-, Rajoy esperará, y si los separatistas no esperan, él quedará
retratado hasta ante sus propios acólitos. Los separatistas al menos en la
propagación de las mentiras y en la organización de los eventos para su
ocultamiento han demostrado una eficiencia envidiable, aunque también es cierto
que vencer a pusilánimes e inútiles no requiere mucho esfuerzo. Cuando el PP
tuvo mayoría absoluta puedo introducir en la Ley de Partidos Políticos (LO
6/2002 de 27/6) en el artículo 9, que en su párrafo 1 dice: 1. Los partidos políticos ejercerán
libremente sus actividades. Deberán respetar en las mismas los valores
constitucionales, expresados en los principios democráticos y en los derechos
humanos. Desarrollarán las funciones que constitucionalmente se les atribuyen
de forma democrática y con pleno respeto al pluralismo.2. Un partido político
será declarado ilegal cuando su actividad vulnere los principios democráticos,
particularmente cuando con la misma persiga deteriorar o destruir el régimen de
libertades o imposibilitar o eliminar el sistema democrático, mediante alguna
de las siguientes conductas, realizadas de forma reiterada y grave (…):”. Y
además de la violencia pensada contra ETA (que es la única conducta susceptible
de generar la ilegalización), pudo introducir la ilegalización cuando un
partido político propicia la desmembración del territorio español quebrantando
la Constitución, pero se les pasó, a ellos y a los demás. Como se le está
pasando la aplicación del Art. 155 de la Constitución: 1.- Si una Comunidad Autónoma no
cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o
actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el
Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el
caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado,
podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento
forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés
general. 2.- Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado
anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las
Comunidades Autónomas”
El Artículo 2 de la Constitución,
literalmente dice: “La Constitución se
fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e
indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad
entre todas ellas”, ¿cómo se puede
reformar éste precepto?: añadiendo un
párrafo que diga; “ De forma
extraordinaria, cualquier nacionalidad o región con parlamento autonómico y con
el voto favorable de dos tercios de sus miembros, podrá convocar un referéndum
de independencia del Estado español. Éste ha de ser celebrado en un plazo no
inferior a dos meses ni superior a seis y si es refrendado por la mayoría del censo electoral de la nacionalidad o región, más un ciudadano, quedará aprobada
la independencia. En caso, que su resultado no respalde la independencia con la
indicada mayoría, dicha nacionalidad o región no podrá hacer otra convocatoria por
la independencia hasta pasados los próximos veinte años.” Naturalmente, para dicha reforma se requerirán las mayorías que prevé el Art. 168 de la misma Constitución.
El miedo de los unos y de
los otros a perder ese referendum les ha impedido hacer una propuesta de este
calado, para la cual, naturalmente se ha de reformar la Constitución y
consecuentemente convencer a las mayorías que la propia Constitución requiere
para ello. No lo ha propuesto ni el PP; ni el PSOE, ni CIUDADANOS; ni ERC, ni
el PdCat, ni la CUP, ni PODEMOS; no han propuesto ni esta reforma ni ninguna
otra, solo dicen generalidades lo suficientemente ambiguas para no molestar a
nadie y siempre poder desdecirse. Es una obviedad que no se puede mantener a
una población como la catalana en una organización estatal a la que no quiere
pertenecer, si es que no quiere pertenecer la mayoría de sus ciudadanos con derecho a
voto más uno más de ellos. Tal propuesta, sin dudas sería inmediatamente
rechazada precisamente por los nacionalistas, porque no lo ganarían ni los
catalanes, ni los vascos, ni los andaluces, ni lo gallegos, ni los canarios, ni
ningún otro. Los nacionalistas no pueden resistir un referéndum verdadero en el
que se haga campaña política por los del Sí, y por los del No deshaciendo sus
engaños; y si lo resisten y vencen, allá ellos. Nadie podría decir con razón
que no es democrático.
Barcelona a 2 de Octubre de
2017. RRCH
No hay comentarios:
Publicar un comentario